El PP ha calificado de "indignas y rastreras" la acusaciones de Blanco de que este partido no quiere que haya paz mientras gobierne
Zapatero y le ha exigido una rectificación. Además, los enfrentamientos por la asistencia a la
manifestación se han recrudecido.
Esperanza Aguirre llamó "sectario" al delegado del Gobierno en Madrid, Constantino Méndez, por sus
110.989 personas y éste ha advertido a la presidenta que puede incurrir en un delito por sus palabras.
Rajoy, por su parte, critica que el "único mensaje" que las víctimas han recibido del Gobierno "es que en esa manifestación no había nadie".
