Siguiendo la estrategia habitual, el presidente no informa personalmente de sus entrevistas cuando el asunto es de importancia. El mismo día en el que el
Estatuto catalán llegó al Congreso, Zapatero y Maragall han dejado en manos de sus respectivas fuentes los datos de la reunión. Dos horas antes, el presidente del Gobierno acusó a
Mariano Rajoy de "meter miedo a los españoles" cuando éste le dijo que
la nación "no es sólo una palabra" y que si quieren pactar reformar del texto "mi posición es la de la Constitución, la solidaridad y la soberanía; allí me encontrará".