El nuevo Estatuto que debate el Parlamento catalán fija unos “derechos y deberes” para sus ciudadanos más allá de los que recoge la Constitución. Además de considerar a Cataluña una “nación”,
impone la escuela laica, legisla sobre la eutanasia y obliga a conocer el catalán. Si la
denominación de “nación” fue aprobada por todos menos el PP, la votación del Primer Título escenificó la primera gran ruptura entre el tripartito y CiU que votó en contra.
José Bono se ha encomendado a la Virgen de su pueblo para que lo que llegue a Madrid no sea inconstitucional.