Un
Hércules C-130 español que viajó a Bagdad para recoger niños iraquíes heridos en la
avalancha ocurrida el pasado 31 de agosto ha despegado del aeropuerto de esta capital en medio de las protestas de las autoridades locales. El viceministro de Salud, Amar al-Safar, afirmó que la ayuda española solo embarcó a veinte de los 45 menores que esperaban y rechazó a los más graves. "El único objetivo de la misión es la propaganda, para que en su país parezca que se ayuda al pueblo iraquí", dijo Al-Safar.