Antes de conocerse la designación de
Londres como sede de los Juegos de 2012, Alberto de Mónaco sorprendió en la Sesión del COI al dudar de la seguridad de unos Juegos en Madrid tras los últimos atentados de ETA. El Gobierno y Rajoy criticaron "sobre todo el tono" al ser un jefe de Estado. Horas después, el príncipe monegasco
reconocía la paternidad del niño que tuvo con una azafata togolesa. En cuanto a la decepcionante resultado, el Gobierno niega que tenga que ver con la política exterior de Zapatero. El voto de Nueva York migró a Londres y París abandonando Madrid. Opine
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