La potente explosión –según fuentes de Interior del Gobierno Vasco, serían 40 kilos de explosivo– se produjo 15 minutos después de que el diario Gara recibiera una llamada en nombre de ETA y antes de que diera tiempo a cerrar el cordón de seguridad. El coche-bomba estalló en la calle Ondategi, en el barrio residencial en el que la banda ha hecho explotar ya cinco artefactos. Un agente de la Ertzaintza ha resultado herido y trasladado al Hospital de Cruces. El ministro
Jordi Sevilla le ha dicho a ETA que "con este tipo de ruido no se va a ninguna parte; que dejen las armas y se puede seguir negociando".