Cuatro días después de aprobar el
manifiesto socialista para las elecciones europeas, el presidente del Gobierno incumple unos de los puntos adoptados. Zapatero no sólo renuncia a lo que prometió en su discurso de investidura –"el Gobierno hará todo lo que esté en su mano"– sino al programa de su partido. La firma de la Constitución europea no se celebrará en Madrid "en homenaje a las víctimas del 11-M" sino en presencia de
Berlusconi, en Roma, porque "el terrorismo no puede cambiar la agenda". Enrique Barón ha confesado su sorpresa.