Mientras que Zapatero arremetía desde Lanzarote contra la "política arcaica del PP y sus fracasos", en la página web de los socialistas una encuesta reflejaba que son mayoría los que no sólo aprueban el trabajo del Gobierno popular en la última legislatura sino que además califican su labor de "excelente" o "muy buena". Sólo media hora después de que trascendieran estos datos, los resultados daban un vuelco. Curiosamente, los votantes rezagados coincidían en castigar con su voto al Ejecutivo.

Siguiendo la pauta de Maragall en Cataluña, el director de campaña de Rajoy está convencido de que el PSOE quiere extender el frente anti-PP y formar un "conglomerado de partidos". Los independentistas de Esquerra ya le han brindado su apoyo para las próximas elecciones generales. Llamazares también es partidario de que las "fuerzas de progreso" veten y excluyan a los populares en cualquier escenario.