En un viaje relámpago de cuatro horas, y por sorpresa, el presidente del Gobierno, José María Aznar, ha respaldado el papel de los soldados españoles en Irak y ha insistido en que España seguirá haciendo frente a la amenaza del terrorismo. De hecho, ya ha destacado como uno de los frutos el compromiso de
Libia para desmantelar su arsenal y limitar el alcance de sus misiles. Aznar ha insistido en su visita a las tropas era un deseo personal.