Siete meses después del final de la guerra, Sadam Husein fue capturado este sábado en su pueblo natal "
vivo y sin ofrecer resistencia". El
as de picas ocultaba una pistola, varios fusiles, numerosa munición y 750.000 dólares. Los iraquíes han festejado el arresto con disparos al aire. Aznar ha coincidido con el
resto de líderes mundiales en que "hoy es un buen día para todos", mientras que George W. Bush dijo que la captura representa el final de "una era oscura y dolorosa" para Irak.