Numerosos analistas creen que el
BCE debería estar preocupado por la espectacular apreciación del euro, que ha subido un 1,3 por ciento en una sola semana. Sin embargo, a pesar de que los estadounidenses pagan más caros los productos europeos, Alemania ha incrementado sus ventas de automóviles a EEUU en los últimos meses. En lo que respecta a España, las petroleras compran el crudo un 18 por ciento más barato que hace un año.