En sólo una semana, el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, ha protagonizado dos episodios que vuelven a poner en cuestión su control sobre el partido. El
primero llegó cuando el presidente extremeño, Rodríguez Ibarra, pidió a Aznar que antepusiera el interés general a su "promesita" de estar sólo ocho años en el poder. El segundo, la
carta blanca a Pasqual Maragall para reformar el Estatuto. Zaplana cree que sólo dijo "lo que Maragall quería oír".