Todos los famosos que se han dado el "sí, quiero" en 2024
María Caba Díaz y Lucia Fernández
Ania Iglesias fue una de las primeras afortunadas en pisar la casa de Guadalix de la Sierra allá por el año 2000. Su simpatía y su compañerismo con el resto de concursante la convirtió en una de las favoritas del público y segunda finalista de su edición. Tras una trayectoria como comentarista de realities en Telecinco, desapareció y la perdimos de vista.
Esta semana ha regresado a la cadena que la hizo famosa. Ania se incorpora al electo de Sálvame para hacerse cargo de Sálvame Marbella tal y tal, un programa especial en el que el plató del programa más famoso de Telecinco se convertirá en una lujosa cena y tendrá como invitados a unos colaboradores transformados en los protagonistas de las emblemáticas cenas marbellís de los 90.
Ania ejercerá de estilista y caracterizará a los colaboradores de Sálvame como algunos de los famosos más recordados de la época dorada de Marbella. Lydia Lozano, por ejemplo, se pondrá en la piel de la considerada "reina sin trono de Marbella", Gunilla von Bismarck.
Ania fue una de las grandes protagonistas de la primera edición de Gran Hermano. Allí compartió techo con Ismael Beiro, María José Galera o Jorge Berrocal, que se convirtieron en estrellas en España. Especialmente memorable fue su entrañable relación de amistad con Íñigo.
Hace un año desveló a la revista Lecturas que está totalmente recuperada de la anorexia que sufrió durante años. Un trastorno alimenticio que llegó tras su triunfo en el famoso reality de Telecinco.
Hay que tener en cuenta que Ania trabajaba como modelo, aunque en sus inquietudes figuraba la actuación. Gran Hermano le restó credibilidad en ese aspecto, perjudicando -según aseguró- su carrera como actriz.
Además, cuenta que en ese momento había salido de una relación amorosa y eso lo agravó. Su anorexia, asegura, requirió de visitas diarias al hospital, ya que venía desde que era muy joven. "De pequeña, ya usaba el no comer para llamar la atención y en la adolescencia el problema era evidente. Cuando legué a Madrid todo se acentuó. Lo reconocí hace pocos años".
Hace tres años, tuvo que retirarse debido a un cáncer de útero. Tras recuperarse, Ania se aficionó a la práctica deportiva y ahora, con 48 años, presume de un cuerpo escultural.
Ania tuvo suerte y le pudieron diagnosticar a tiempo la enfermedad, como ella misma reconoció en una entrevista a Vanitatis: "Cáncer es una palabra que te sobrepasa cuando la escuchas, sobre todo viendo todo lo que está pasando alrededor, tantas personas que se han ido, tan jóvenes, por esta enfermedad: David Delfín, Bimba Bosé".
Ania vive una preciosa historia de amor junto a su novio, Javier Fandiño, director comercial de Fisaude, portal de fisioterapia, podología, nutrición y ejercicio físico. "Cuando te acompaña un hombre de esta categoría hay que estar a la altura. Te quiero amor, no puedes ser más bonito por dentro y por fuera", comentaba recientemente la actriz en una de sus últimas publicaciones en Instagram.
Contraerá matrimonio con su novio Javier el año que viene. Aunque acaban de comenzar con los preparativos de boda, ya tienen claro que les gustaría pronunciar el "si quiero" en la fecha que coincide con el aniversario de su noviazgo, el 19 de julio.
Ese salto tan vertiginoso del anonimato a la gran popularidad inspiró la comedia de Alejandra Alloza, Reciclando a un famoso, que la vallisoletana ha representado por toda la geografía española junto al expresentador de informativos y showman, Jordi Pons, y la actriz Ester Gotor. Antes la representó con Pepe Herrero, también concursante de Gran hermano, y Claudia Iglesias.
En verano de 2013 apareció durante una semana en el reality show Campamento de verano, y también fue invitada a los platós de ¡Qué tiempo tan feliz! o el Sálvame diario. A partir de entonces, se convirtió en colaboradora habitual de Radio televisión Castilla y León, con programas como Somos Así, En Casa de Cristina, La Tarde con Cristina y Vamos a Ver.
Jamás ha renegado de su paso por la casa de Guadalix por la Sierra a pesar de los problemas que la fama le ocasionó. No sólo no se arrepiente, sino que reconoce que le "debe mucho". Pero también asegura que su objetivo al participar era buscar "que me quisieran y reconociesen".
Ania nunca ha negado que le gusta la fama, con los años ha aprendido a asimilarla y su fichaje en Sálvame podría relanzar su carrera televisiva. Muchos ya la ven como futura concursante de Gran Hermano VIP.