Estatuas en el cielo de Madrid
De Madrid al cielo decía un viejo dicho. Muchas estatuas de la ciudad parecen haberse quedado a mitad de ese camino y observan la capital de España -y son observadas y fotografiadas- desde las alturas.
Las estatuas originales ya no están en el lugar para el que fueron creadas en 1905 por el escultor Agustí Querol. Eran de mármol y eso, con el tiempo, fue lo que obligó a retirarlas: en los años 60 un fragmento de 20 kilos de peso cayó a la calle y llamó la atención sobre el estado de conservación y una comisión dictaminó que no podía seguir en el techo del ministerio por su descomunal peso, que superaba las 100 toneladas
Los viajeros que han llegado a Madrid durante el último siglo tenían una primera impresión impactante de la capital gracias al imponente -y bellísimo- edificio del Ministerio de Agricultura. En su techo, un conjunto de tres esculturas que es de los más monumentales de la ciudad
El conjunto representa a una Gloria alada, símbolo del progreso material, y dos Pegasos, uno junto al que va una figura alegórica de la agricultura y que es montado por una de la industria; y otro -que pueden ver en la imagen- que está montado por la sabiduría y junto al que camina la literatura
La imponente Minerva es uno de los inquilinos más nuevos del cielo madrileño -se instaló en 1966-, y también de los más discretos, ya que no está colocada sobre la fachada del edificio sino unos metros más atrás, por lo que es menos visible desde la calle que la mayoría de sus compañeras en la alturas
Obra del escultor Juan Luis Vasallo, la Minerva que parece vigilar el cielo de Madrid con sus atributos militares, es en realidad diosa de las artes, de ahí su lugar sobre el Círculo de Bellas Artes. La diosa de bronce mide seis metros y pesa más de 3.000 kilos, por lo que colocarla en su pedestal fue todo un problema
Las dos cuadrigas que coronan el edificio del número 16 de la calle Alcalá, actualmente ocupado por la Consejería de Medioambiente de la CAM, son sin duda dos de los símbolos más conocidos de la ciudad, en parte por su imponente aspecto desde el suelo, en parte porque fueron escenario de una mítica escena de la película La Comunidad de Alex de la Iglesia
Se colocaron cuando se construyó el edificio, en los años 20 del siglo pasado. Se trataba de la sede del Banco del Bilbao en Madrid y las estatuas eran la culminación de un plan arquitectónico para transmitir la imagen que la entidad financiera quería dar con su sede en la capital: el poder y la riqueza de una gran institución
Las estatuas, que pesan doce toneladas y media cada una, fueron obra de Higinio Basterra, un importante escultor vasco de la época que era, probablemente, el hombre adecuado para un proyecto que quería ser una representación de lo mejor del País Vasco en Madrid
Hasta la Guerra Civil, estaba recubiertas de latón dorado, lo que les daba un aspecto radicalmente diferente al actual. Durante la guerra, y con el edificio ocupado por los partidos y los sindicatos del Frente Popular, de quitó el color dorado porque podía servir como guía para los bombardeos de la aviación franquista
Según algunos, el edificio fue construido para ser una de las sedes de la compañía La Unión y el Fénix, otros apuntan que iba a ser una clínica de la aseguradora. En cualquier caso, para dejar clara la propiedad en su punto más alto se colocó una imagen de un ave fénix obra del escultor Vicente Camps Brú
Frente al ave fénix de Virgen de los peligros y a su edificio de aire neoyorquino otro edificio singular es la sede del Grupo Generali -también firma aseguradora- en nuestro país. En una cornisa -no en la azotea- encontramos otra estatua de una mujer con un niño
El edificio que hoy ocupa el número 4 del Paseo de Recoletos era la casa palacio de Ramón Pla Monje, pero sufrió un primer cambio a principios de siglo y un poco después, en 1922, cambió definitivamente para cobrar su aspecto actual cuando fue adquirido por la compañía de seguros La Aurora Boreal
La de Colón es también una estatua que ha sufrido múltiples vicisitudes y, muy especialmente, dos traslados. Para empezar se colocó años después de lo previsto, aunque coincidiendo con el IV centenario del descubrimiento de América, además en 1973 se movió del centro de la Plaza de Colón a un extremo. Finalmente, en 2009 otra incomprensible decisión del ayuntamiento la lleva al centro de la calzada, donde desde entonces provoca atascos
Las estatuas del Ave Fénix con un jinete se pueden encontrar en al menos cuatro grandes edificios de Madrid, dos de ellos en el Paseo de la Castellana: el Hotel Meliá Fénix, a la derecha en la imagen, y el edificio que también fue sede de la compañía y que hoy lo es de Mutua Madrileña, que es el que se ve a la izquierda, más lejos
La escultura-logo original que sólo representaba a un ave fue sustituida en 1911 por una con un hombre sentado en el ala derecha del pájaro mitológico y que se usó por primera vez en la sede central de la compañía, en el actual edificio Metrópolis. A principio de los años 70 la sede de la firma se traslada a la Castellana, a un nuevo edificio en cuyo techo también se coloca la figura
La Unión y el Fénix mantuvo una política de fuertes inversiones inmobiliarias comprando edificios representativos en muchas grandes ciudades de España. En Madrid contó con varios, tres de ellos en la Gran Vía: el de su inicio -actual edificio Metrópolis-, el que está en el número 32 y, ya cerca de la Plaza de España, el del número 68 de la calle, cuya cúpula y estatua podemos ver en una imagen tomada desde la terraza del Hotel Emperador
Esta política de fuertes inversiones inmobiliarias se extendió, después de la Guerra Civil, al mundo de los hoteles, con la creación del Hotel Fénix -actualmente Gran Meliá Fénix- en 1953, como en todos los edificios de la compañía en su techo se coloca una figura basada en la original, aunque en este caso el brazo que se levanta tiene una posición algo distinta, probrablemente hija de la época
Muchos años más tarde de su creación se aventuró otro significado para la escultura: que representante el rapto de Ganímedes, una historia de la mitología griega: Zeus mandó a un águila que lo raptase para convertirlo en su amante y copero en el Olimpo. En la imagen la estatua que se puede ver en la sede de Prisa en el número 32 de la Gran Vía. La fotografía se ha tomado desde una de las habitaciones del Hotel Regente
El actual Edificio Metrópolis fue construido por La Unión del Fénix y este espacio en su cúpula estaba ocupado por la conocida escultura del pájaro y el hombre. En 1972 el edificio fue comprado por otra aseguradora, Metrópolis, que no quiso que la cúpula se quedase vacía y se decidió a poner una victoria alada que hoy es, seguramente, la estatua aérea más conocida de Madrid
La estatua fue encargada al escultor Federico Coullaut Valera y fue colocada justo después de bajar la de La Unión y el Fénix, de hecho ambas coincidieron en el suelo de la calle Alcalá un breve espacio de tiempo. En la imagen vemos la figura en una fotografía tomada desde la terraza del Círculo de Bellas Artes
Muy cerca de la última estatua de La Unión y el Fénix en la Gran Vía encontramos otra interesante y enigmática figura que los madrileños han bautizado como El Romano. Está en la cúspide de un edificio de viviendas ubicado en el número 60 de la calle y que se levantó en 1930
Se trata de una estatua del palentino Victorio Macho, considerado uno de los escultores españoles más importantes de la primera mitad del siglo XX. Representa a un hombre desnudo al que una capa blanca cubre sólo los hombros y que sostiene sobre su cabeza un pequeño templete. La estatua se puede ver así de cerca desde la terraza del Hotel Emperador, al otro lado de la Gran Vía
Se tiene muy poca información sobre esta escultura y sobre su significado, aunque algunos apuntan a que pueda tratarse de una metáfora del ahorro. Sea como sea es, probablemente, la más original de las estatuas aéreas madrileñas. Esta fotografía también se ha tomado desde la terraza del Hotel Emperador, que se abre al público el 1 de mayo
Terminamos nuestro recorrido en uno de los edificios más monumentales de Madrid: la Biblioteca Nacional, que alberga no sólo este organismo sino también el Museo Arqueológico Nacional. Su monumental fachada esta coronada con un impresionante frontispicio con una riquísima decoración escultórica
El gran edificio fue construido a finales del S XIX -se terminó en 1892- y es de estilo neoclásico. El conjunto de esculturas del frontispicio está hecho en mármol y fue obra de Agustín Querol. Representa "el triunfo de las artes, las ciencias y las letras laborando para la paz" y todas las figuras tienen un sentido alegórico
Las figuras centrales en la imagen también tienen su significado: la diosa alada es la Paz, mientras que sobre ella se encuentra una alegoría de España, acompañada por un león que representaba a su vez a Castilla. Ambas otorgan los emblemas de la sabiduría a todos aquellos que entran en la Biblioteca