El desconocido y oculto Panteón de los Hombres Ilustres en el centro de Madrid
El Panteón de Hombres Ilustres de Madrid, es un edificio de estilo neobizantino que se encuentra casi oculto en mitad de Madrid, en el barrio de Pacífico, entre la calle de Julián Gayarre y el paseo de la Reina Cristina. En 1837 las Cortes Generales votaron el proyecto para convertir la iglesia de San Francisco el Grande en Panteón Nacional de Políticos Ilustres, que acogería los restos mortales de los personajes considerados de especial relevancia en la historia de España. En la actualidad pertenece a Patrimonio Nacional y es posible visitarlo.
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Los restos que acogió el primer panteón fueron los de los poetas Juan de Mena, Garcilaso de la Vega y Alonso de Ercilla, entre otros.
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Monumento funerario a Antonio Cánovas del Castillo (1906), de Agustín Querol.
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El 6 de noviembre de 1837 las Cortes Generales votaron el proyecto para convertir la iglesia de San Francisco el Grande en un lugar que acogería los restos mortales de los personajes considerados de especial relevancia en la historia de España.
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Monumento funerario a Antonio Cánovas del Castillo (1906), de Agustín Querol.
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Monumento funerario a José Canalejas, obra de Mariano Benlliure.
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Monumento funerario a Manuel Gutiérrez de la Concha, marqués del Duero.
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El sepulcro y monumento a Mateo Sagasta (1904), de Mariano Benlliure.
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Panteón de los Hombres Ilustres, en Madrid.
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Mausoleo Conjunto en el panteón de los Hombres Ilustres, en Madrid. Tres estatuas de Medina, representando la Pureza, el Gobierno y la Reforma, se apoyan sobre los sarcófagos de Mendizábal, Argüelles y Calatrava.
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Monumento funerario a Eduardo Dato, de Mariano Benlliure, en mármol y bronce.
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Monumento funerario a Eduardo Dato, de Mariano Benlliure, en mármol y bronce.
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El sepulcro de Antonio de los Ríos Rosas (1905), obra de Pedro Estany.
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Panteón de los Hombres Ilustres, en Madrid.
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En este panteón también estuvieron temporalmente los restos de Prim, Palafox y Castaños, pero fueron trasladados a sus localidades de origen David Alonso Rincón
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A finales de los ochenta, Patrimonio Nacional procedió a la restauración y apertura al público del panteón, y en 2003 se restauraron los mosaicos interiores.
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El campanile del panteón.
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Entre los años treinta y finales de los ochenta, el panteón estuvo en estado de abandono.
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