Auschwitz-Birkenau, la huella de la industria de la muerte
Un recorrido necesario por el campo de exterminio Auschwitz-Birkenau, a unos 43 km al oeste de Cracovia, en Polonia donde queda constancia de la huella de la industria nazi de la muerte, 75 años después.
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"El trabajo os hace libres", copiado por Rudolf Höss, el comandante de Auschwitz, de su experiencia previa en Dachau.
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El barracón de las cocinas es el primer edificio que se puede ver al entrar en Auschwitz I.
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Situado a unos 43 km al oeste de Cracovia, Auschwitz fue el mayor centro de exterminio de la historia del nazismo, donde se calcula que fueron enviadas cerca de un millón trescientas mil personas, de las cuales murieron un millón.
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Auschwitz I, el campo de concentración original, que servía de centro administrativo para todo el complejo.
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El Paredón de Ejecuciones, situado entre los Bloques 10 y 11. Las ventanas estaban cubiertas con tablones de madera para que los internos no vieran lo que allí sucedía.
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En un largo pasillo dentro de uno de los edificios principales de Auschwitz I permanecen colocadas las fotografías de cientos de presos que fueron internados en el campo. Hay registro de unos 400.000 reclusos, 205.000 de los cuales eran judíos.
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Dos fotografías, también colgadas en el pasillo, de dos gemelas, que murieron asesinadas por los nazis el mismo día, con dos meses de diferencia.
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Decenas de prótesis y muletas de los presos expuestas en el actual museo de Auschwitz, en el interior del campo.
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Miles de gafas requisadas a los prisioneros del campo a su llegada al recinto.
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Una interminable habitación repleta de tazas y platos requisados de las pertenencias personales de los prisioneros que llegaban al campo de exterminio nazi.
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También se exponen en una de las salas del museo miles de zapatos y botas de los prisioneros.
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En el interior de uno de los edificios de Auschwitz I se han mantenido los sacos hacinados sobre el suelo en los que dormían o lo intentaban, cientos de reclusos.
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Un detalle de la fachada del edificio 19 del campo I de Auschwitz.
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Una de las torres de vigilancia del campo I y el alto muro que han logrado conservarse tras 75 años soportando el clima extremo de esta zona de Polonia
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Una señal de Stop con una calavera alerta a los reclusos de la proximidad de la valla electrificada y el peligro de muerte si traspasaban esa línea.
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Decenas de botes de Zyklon B, utilizado para prevenir el tifus y que fue el producto empleado en las cámaras de gas. Según el comandante Hoess, para matar a entre 1.500 y 2.000 personas se necesitaban entre 5 y 7 kilos.
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El interior de la cámara de gas de Auschwitz I, que estuvo en funcionamiento entre 1940 y 1943.
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Los centros de exterminio funcionaban rápido...El recién llegado descendía del tren por la mañana, por la tarde su cadáver ya había sido quemado. En la foto puede verse el detalle de una de las paredes del crematorio que actualmente permanece en pie en el campo.
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Una de las puertas del crematorio de Auschwitz.
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La valla electrificada que rodeaba el perímetro de Auschwitz.
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La Entrada de Auschwitz II (Birkenau) y las vías de tren por donde llegaban los trenes cargados de prisioneros.
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Ese era el punto en el que los trenes con largos convoyes de vagones como el de la imagen descargaban a los prisioneros tras el largo y durísimo viaje. Allí se hacía una selección y la mayoría de ellos eran gaseados en unas pocas horas
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En Birkenau llegó a haber 90.000-100.000 internos en agosto de 1944. De las 300 barracas con que llegó a contar el recinto sólo se conservan intactas 45 de ladrillo y 22 de madera. C
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El interior de uno de los barracones de Birkenau.
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Los reclusos dormían en literas de tres niveles, en cada uno de los cuales se apiñaban entre cuatro y ocho individuos.
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Las vallas electrificadas de alambre de espino no sólo separaban Auschwitz del exterior sino también las distintas secciones en el interior.
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