75º aniversario de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki
En la historia de la humanidad se han usado dos bombas atómicas contra la población civil. El avión estadounidense Enola Gay las lanzó el 6 y el 9 de agosto de 1945 sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. El gobierno de Harry S. Truman ordenó un segundo ataque, apenas 3 días después del primero, a pesar de las consecuencias devastadoras evidentes. Decenas de miles de personas desaparecieron en cuestión de segundos.
Nube de humo de la primera bomba, 6 de agosto de 1945
Que la bomba explotara en el aire, a 600 metros de la tierra, fue mucho peor que si hubiera chocado contra el suelo porque la tierra hubiera absorbido parte de la energía desatada.
Este cruce de puentes fue el objetivo marcado por los americanos en Hiroshima. La bomba se acercó mucho, cayó a escasos metros de distancia. El edificio de la cúpula permanece en pie junto al río.
Un niño llora entre los escombros. EEUU no advirtió del lanzamiento de la primera bomba y muchos salieron a la calle a mirar como pasaba un avión que brillaba mucho. No se imaginaron que fuera un ataque bélico.
Cúpula de Hiroshima algunos años después de la explosión
Esa mañana del 6 de agosto todos los que estaban trabajando en el edificio murieron en el acto. A medidos de los años 60 el Ayuntamiento de Hiroshima decidió conservarlo como recuerdo de los tristes acontecimientos.
En esta magnífica fotografía además de ver las heridas en la espalda de la mujer, al lado tiene unas vasijas retorcidas, medio fundidas a cauda de las altas temperaturas.
Médicos, personal sanitario y científicos norteamericanos estuvieron en Japón ayudando a las víctimas e investigando los efectos de la radiación nuclear en el ser humano.
El presidente estadounidense Truman en la Casa Blanca
A mediados de agosto de 1945 en esta multitudinaria rueda de prensa, el presidente Harry S. Truman anunció la rendición de Japón y el final de la II Guerra Mundial.
El presidente estadounidense Truman en la Casa Blanca
Harry S. Truman en el despacho oval con los miembros de su gobierno donde se leyó la declaración de rendición de Japón y se dió por finalizada la Segunda Guerra Mundial.