Decía el conocido chistecillo del actor, que a base de dar la tabarra, logra un puesto en una obra de teatro, en el que se limitaba a abrir un armario, y exclamar...cielos, un cadáver!!!.
Después de muchos ensayos repitiendo la fracesita, el director de la obra, que no tenía mucha fe en el andoba, le pusieron dentro del armario el día del estreno, un cadáver de verdad, para dar mas realismo a la escena.
Cuando llegó el momento, el actor se fue al armario, y al abrirlo, exclamó...cóño, un muerto!!! Y eso es lo que está pasando entre otras cosas con los ERES en Andalucía, que a nada que han metido en el armario ese cadáver político cocainómano, todo lo que se va a encontrar dentro van a ser muertos, o sea que atentos a las exclamaciones.