La democracia solo puede existir y perdurar sin izquierda.s/t.

"la democracia sólo puede existir y perdurar"
cuando se respetan los supuestos básicos, o sea, la
división de poderes, incluso cuando estos
fundamentos tambalean.
Cuando estos fundamentos caen, entonces gobierna
el totalitarismo, independientemente del color.

Por otra parte, entiendo que ud. se refiere a la
izquierda incivilizada, al socialismo real, porque
hay muchas democracias que han tenido y tienen
gobiernos de izquierdas y eso es bueno para las
democracias que haya alternancia en sus
gobiernos.
Ahora bien, también es cierto que aquel Congreso
de Suresness del PSOE, a imitación del de Bad
Godesberg del SPD en 1948 fue una farsa, en el
sentido de que el partido nunca renunció del todo
del socialismo real. Lo que eso significa lo vemos a
diario. ¿No cree?

es sólo una opinión

con un saludo

Experimentos de esos ya ha habido y los resultados se conocen.
Ha habido regímenes que han prescindido,a la fuerza, de lo que podemos llamar genéricamente(con todas las reservas de la generalización injusta) la derecha o la izquierda y el resultado ha sido igual de nefasto.

Un bodrio de democracia orgánica (llamada así porque las decisiones salían de los órganos del cabecilla) que ni es democracia ni nada.

Por tanto,la democracia,el gobierno del pueblo, no es excluyente con todos los que se sometan al imperio de la ley y no es justo generalizar. Habrá mecanismos para sancionar a los que se salgan de las normas,ya sean de derechas o de izquierdas.

Un saludo

La derecha ha comprendido la necesidad de que la
sociedad sea equilibrada mediante cierto grado de
intervención y la izquierda ha constatado que sólo el
mercado asegura la creación de riqueza de acuerdo
con las necesidades de la sociedad. La distinción
neta entre ambos ámbitos políticos se encuentra en
otros componentes de la vida pública. Para la
izquierda, la sociedad ha de ser tutelada en sus
comportamientos y hábitos colectivos de manera
que los individuos se acerquen a un esquema
predeterminado tenido como "bueno"; la derecha
descree de tales iniciativas y deja a los individuos
que dirijan su vida de acuerdo con los albures que
les depare su existencia particular. El viejo debate
entre una igualdad restrictiva y una libertad
creativa.
Una administración que mantenga una razonable
redistribución de la riqueza puede ser implementada
por cualquier partido, ya sea de izquierdas o de
derechas. El problema surge cuando esa
redistribución implica dirigir los recursos obtenidos
de la imposición fiscal no hacia la eficacia general
del funcionamiento del mercado sino hacia la
anulación de cuanto de bueno tiene la libertad en
las transacciones y la producción; es decir, a la
compra de un voto subsidiado, a la dependencia
burocrática de la iniciativa privada, a la inversión
despilfarradora de los recursos en formas diversas
de control político de la sociedad, etc... Una buena
administración ha de servir al sostenimiento de un
estado de bienestar equilibrado en derechos y
deberes y a la gestión sostenible de los servicios
básicos de un país civilizado. Que pueda haber
políticos de uno u otro partido capaces de entender
la necesidad elemental de no ir contra la lógica
económica (que no es liberal ni socialdemócrata sino
ciencia fundamental de los intercambios al margen
de ideologías) no me cabe duda. La cuestión es que
la actual coyuntura deriva de una concurrencia de
factores vinculados a una interpretación
trasnochada de la realidad de nuestro tiempo, cual
es la de la rancia socialdemocracia con ribetes
sectarios practicada por Zapatero y sus gobiernos,
de los cuales las actuales alternativas en el PSOE
(Rubalcaba y Chacón) son conspicuos
representantes; en definitiva, ese mal hábito de
utilizar el dinero para "hacer política", para prolongar
la permanencia en el poder de un grupo de personas
agrupadas entorno a unas siglas, más que para
conseguir la mayor prosperidad posible para el mayor
número posible de ciudadanos. Y la palabra clave,
claro, es "posible".