La cara, es el espejo del alma.
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La cara, es el espejo del alma.
Enviado por Casio el día 8 de Marzo de 2012 a las 07:42
El refranero español tiene mandanga, y si hacemos un barrido entre “dichos” y “hechos”, o sea entre refranes y asertos, diría que al menos hay un 80% de aciertos.
Verle la cara a estos golfos, Guerrero, y su escudero el abogado que lo acompaña, el uno con gafas post francachelas y chutes, y el otro cigarrillo en labio y cara de resabio, hace pensar cosas raras sobre lo que está pasando en golfilandia, mi tierra.
Y entre esas cosas que se le vienen a uno a la pelota, está lo de cómo el departamento de RRHH, o de fichajes, o de círculo amigal del PSOE, ha sido capaz de contratar a semejantes seres humanos para manejar su barca, por que yo creo, que después de haber contratado cientos de personas, de toda naturaleza y condición (sobre todo en montajes industriales y en mantenimiento), sólo teniéndolos enfrente cinco minutos me hubiese dado cuenta de su condición.
Es por eso, que no creo que no se dieran cuenta ellos, y que por tanto habría una segunda intención en muchos de esos fichajes, y una de ellas podría ser, la de contratar a golfos irredentos, de forma en que se hubiera “arrepentimientos” o simplemente cabreos, no fuesen creíbles ya desde el principio, o sea que los maestros, usan a los alumnos para que paguen sus cuentas, y los dejan hacer paseíllos toreros, cuando los esperan con el descabello, si se pasan un pelo, y ahí están, como almas en pena comiéndose el marrón de los jefes.
http://www.republica.com/
Verle la cara a estos golfos, Guerrero, y su escudero el abogado que lo acompaña, el uno con gafas post francachelas y chutes, y el otro cigarrillo en labio y cara de resabio, hace pensar cosas raras sobre lo que está pasando en golfilandia, mi tierra.
Y entre esas cosas que se le vienen a uno a la pelota, está lo de cómo el departamento de RRHH, o de fichajes, o de círculo amigal del PSOE, ha sido capaz de contratar a semejantes seres humanos para manejar su barca, por que yo creo, que después de haber contratado cientos de personas, de toda naturaleza y condición (sobre todo en montajes industriales y en mantenimiento), sólo teniéndolos enfrente cinco minutos me hubiese dado cuenta de su condición.
Es por eso, que no creo que no se dieran cuenta ellos, y que por tanto habría una segunda intención en muchos de esos fichajes, y una de ellas podría ser, la de contratar a golfos irredentos, de forma en que se hubiera “arrepentimientos” o simplemente cabreos, no fuesen creíbles ya desde el principio, o sea que los maestros, usan a los alumnos para que paguen sus cuentas, y los dejan hacer paseíllos toreros, cuando los esperan con el descabello, si se pasan un pelo, y ahí están, como almas en pena comiéndose el marrón de los jefes.
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