Estar en pié, derecho, o estar tieso, de papeles.

Y es que no es lo mismo estar derecho, que estar tieso, y ahora también el ejército está tieso, y ha pasado de un desfile, quizás el último con categoría de Málaga de 1,3M de euros del año pasado, a un correcalles de 220.000 euros, eso supone un 85% de reducción, cosa que dada la situación y para lo que han quedado nuestras fuerzas armadas, parece que fuera lo “mas razonable”.

Pero el problema, es que esa reducción razonable, en algo que pertenece a la nación y es de todos, no se da en otros estamentos y otros cargos, que encima ni desfilan, salvo en fiestas particulares y en cocederos de mariscos. Es de alguna manera, la escenificación de lo que han hecho estos maztuerzos de la letra menuda, y encima dicen que ha sido para conservar la paz, del corral.

Al ejército, a parte de él mismo, le han ido rebaneando las piernas y desde el último gran recorte que le dio aquel ministro-pianista, Narcis Serra, que dejó la institución en cuadro, prejubilando a cantidad de oficiales y jefes, incluso con los cincuenta recien cumplidos, incluso mas jóvenes, gentes muy bien preparadas, y que podrían ser un peligro potencial para este magreo político de los de corbata y sus apaños, todo lo que ha venido después, haciendo de ONG y moneda de cambio para que los poderosos nos traten de “coleguis”, aunque cuando llega la hora eligen entre los coleguis a los que mas le conviene y a ti te dejan con el culo al aire.

Pero el simbolismo y la parafernalia quiere seguir representando lo que ya no somos, lo que ya no tenemos, lo que a pesar de estar bien considerado por la opinión pública, la consideración que les prestan estos trincones de manguito y vicera de las oficinas siniestras partidarias, es de ejercito del todo a cien, y han convertido a la institución, de un gran “Corte Inglés” quizás no representante de nuestra real situación, en una tienda de chinos, con mucho colorido y poca chicha; pero en fin, algúna culpa tiene también la institución, a cuyos mandos les mola eso de la política, y nosotros, que nos la hemos tragado doblada.

Pero para eso está la diplomacia y la guardia civil, bueno y los propios españoles, a los que se les encomienda el papel de negociadores con el enemigo, y si no comen pescao, que se coman las uñas, que algo hay que comer. Mi última pregunta al aire sería, cuanto estará pillando el monarca sátrapa por no invadirnos? Me refiero militarmente, de civiles ya estamos invadidos.

Pues eso unos de pié firmes, y otros tiesos.