Ausente la tramuntana, suave brisa de levante, mar en calma, sol esplendoroso, los mejillones a la marinera de pecado, el arroz negro de ponerse morao, la cerveza bien tirada y fresca y un vinillo de somontano superior.
Trasplantados los jazmines y la dama de noche, regados los setos y los magnolios, puesta una nueva cortina de baño, unos espejos que reflejen nuestra belleza exterior y un poco de acariciadora música.
Esto de las huelgas hay que repetirlo.