Ahora que todo son criticas hacia el Rey... recuerdo que en 35 años de reinado,, ha tenido muchos más aciertos que desaciertos... y que además de Rey, es humano y comete errores, como todos.
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Ahora que todo son criticas hacia el Rey... recuerdo que en 35 años de reinado,, ha tenido muchos más aciertos que desaciertos... y que además de Rey, es humano y comete errores, como todos.
Enviado por linda2 el día 17 de Abril de 2012 a las 23:37
no mire, no... el tiempo pone a la gente en su lugar y se van viendo las cosas. JC es impresentable se mire por donde se mire. De aceptar la designación de Franco pasando por encima del padre a admitir que "zp es muy integro" etc etc s/t
Enviado por Deveraux el día 18 de Abril de 2012 a las 08:54
y ah, soyfieer, arnaldos y demás hijosdeputa... una cosita. Criticar al rey no me convierte en "extrema derecha", como tp criticar a la República. A ver si vamos pillando el tema, bufones progres s/t
Enviado por Deveraux el día 18 de Abril de 2012 a las 08:56
anda y que te miren tus fijaciones obsesivas eunuco mierdaseca joputa que das pena......s/t
Enviado por Soyfierr el día 18 de Abril de 2012 a las 10:40
Usted debería ser más cauto. ¿Ha pensado que podría ser un espejo?
Enviado por Skirrel2 el día 18 de Abril de 2012 a las 11:34
Llamó desde la tienda: " Sofia ¿Se mantiene la unidad de España? " Y salió a cazar.
Enviado por Skirrel2 el día 18 de Abril de 2012 a las 10:21
Tienes toda la razón pero ten cuidado que te van aponer en la lista roja por no seguir la linea oficial.....
Enviado por Soyfierr el día 18 de Abril de 2012 a las 10:47
Completamente de acuerdo.Como en tantas otras ocasiones en que se juzgan los comportamientos y actitudes del monarca, LD
Enviado por Hein el día 18 de Abril de 2012 a las 11:04
establece el patrón de su vara de medir de acuerdo
con las simpatías y antipatías propias de sus
directivos, redactores y accionistas. La conducta de
don Juan Carlos en el asunto de su cacería africana
no es ejemplar por el simple hecho de que no tenía
por qué serlo. En sus actividades y gustos
personales, el Rey no tiene obligación de seguir el
parecer, la afinidad o los intereses ajenos. Políticos
muy próximos a la estrategia político-empresarial de
LD tienen aficiones parecidas a las de don Juan
Carlos y ni la más leve palabra de crítica a surgido
de estas páginas para deplorar su falta de
"ejemplaridad" en el trato a la fauna cinegética,
asturiana pongamos por caso.
El uso de la situación de crisis económica por la que
atraviesa España como justificación para afear las
actividades privadas del Rey tampoco está
justificado. El mundo en que vive la familia real está
mucho más limitado que el del común de los
ciudadanos por motivos de seguridad tanto policial
como política . Es lógico, por tanto, que sus
miembros se desenvuelvan en aquellos ámbitos
elitistas en que se puedan compatibilizar la
protección de la monarquía con sus actividades
privadas, por lejanos que esos ámbitos se hallen de
las posibilidades de ocio de los demás españoles.
Además, hay que tener en cuenta que son
precisamente esos ambientes donde la influencia del
prestigio regio puede tener mayor efecto en bien de
la economía y la influencia de nuestro país.
Y es precisamente para garantizar la eficacia de la
institución, su papel arbitral y su simbolismo
integrador, por lo que está en el interés de todos
proteger a los integrantes de la Familia Real de la
demagogia y de la crítica exacerbada. El Rey es un
mortal como otro cualquiera y, como tal, con
virtudes y defectos. Por fortuna para los españoles,
después de siglos de poco afortunados ocupantes
del trono - y no sólo del trono, sino de la Jefatura
del Estado en toda clase de regímenes-, contamos
hoy en ese lugar principal con alguien cuyas
virtudes exceden a cualesquiera que se pudiera
considerar el número sus defectos. Por eso la
focalización del tratamiento de la figura de don Juan
Carlos como si fuera sólo digna de comidillas de
comadre y pujos de puritano está tan poco puesta
en razón.
con las simpatías y antipatías propias de sus
directivos, redactores y accionistas. La conducta de
don Juan Carlos en el asunto de su cacería africana
no es ejemplar por el simple hecho de que no tenía
por qué serlo. En sus actividades y gustos
personales, el Rey no tiene obligación de seguir el
parecer, la afinidad o los intereses ajenos. Políticos
muy próximos a la estrategia político-empresarial de
LD tienen aficiones parecidas a las de don Juan
Carlos y ni la más leve palabra de crítica a surgido
de estas páginas para deplorar su falta de
"ejemplaridad" en el trato a la fauna cinegética,
asturiana pongamos por caso.
El uso de la situación de crisis económica por la que
atraviesa España como justificación para afear las
actividades privadas del Rey tampoco está
justificado. El mundo en que vive la familia real está
mucho más limitado que el del común de los
ciudadanos por motivos de seguridad tanto policial
como política . Es lógico, por tanto, que sus
miembros se desenvuelvan en aquellos ámbitos
elitistas en que se puedan compatibilizar la
protección de la monarquía con sus actividades
privadas, por lejanos que esos ámbitos se hallen de
las posibilidades de ocio de los demás españoles.
Además, hay que tener en cuenta que son
precisamente esos ambientes donde la influencia del
prestigio regio puede tener mayor efecto en bien de
la economía y la influencia de nuestro país.
Y es precisamente para garantizar la eficacia de la
institución, su papel arbitral y su simbolismo
integrador, por lo que está en el interés de todos
proteger a los integrantes de la Familia Real de la
demagogia y de la crítica exacerbada. El Rey es un
mortal como otro cualquiera y, como tal, con
virtudes y defectos. Por fortuna para los españoles,
después de siglos de poco afortunados ocupantes
del trono - y no sólo del trono, sino de la Jefatura
del Estado en toda clase de regímenes-, contamos
hoy en ese lugar principal con alguien cuyas
virtudes exceden a cualesquiera que se pudiera
considerar el número sus defectos. Por eso la
focalización del tratamiento de la figura de don Juan
Carlos como si fuera sólo digna de comidillas de
comadre y pujos de puritano está tan poco puesta
en razón.
una interpretación creativa: dicen que los reyes germánicos (++)
Enviado por euterpe el día 18 de Abril de 2012 a las 11:38
que, entre otras condiciones para serlo y
mantenerse en el trono, entre otras cosas dejada
de serlo cuando ya de mayor, envejecido, se le
ponía una doncella en su cama y si al día siguiente
la doncella seguía siendo doncella, pues entonces
se elegía a otro.
Hay muchas razones para criticar con causas al
monarca español.
Si no fuera por el pacto tácito que la Casa Real
tiene firmado con al Prensa, los españoles se
enterarían de los trapos sucios de la familia real
como se enteran los ciudadanos de otras
monarquías europeos. Ahora con la red las cosas
han cambiado.
Por lo demás, con sus palabras el Rey "es humano
y comete errores, como todos"...pero en su
comportamiento debe de ser ejemplar y si no lo es,
sobra.
sólo una opinión más.
saludos
mantenerse en el trono, entre otras cosas dejada
de serlo cuando ya de mayor, envejecido, se le
ponía una doncella en su cama y si al día siguiente
la doncella seguía siendo doncella, pues entonces
se elegía a otro.
Hay muchas razones para criticar con causas al
monarca español.
Si no fuera por el pacto tácito que la Casa Real
tiene firmado con al Prensa, los españoles se
enterarían de los trapos sucios de la familia real
como se enteran los ciudadanos de otras
monarquías europeos. Ahora con la red las cosas
han cambiado.
Por lo demás, con sus palabras el Rey "es humano
y comete errores, como todos"...pero en su
comportamiento debe de ser ejemplar y si no lo es,
sobra.
sólo una opinión más.
saludos
Creo que confunde ud. ejemplaridad con oportunidad. Al Rey cabe exigirle ejemplaridad en el respeto a las leyes y en el cumplimiento de sus deberes constitucionales;en lo demás
Enviado por Hein el día 18 de Abril de 2012 a las 15:25
es cuestión de si es o no oportuno tal o cual
comportamiento de acuerdo con las circunstancias.
En este caso, el Rey ha actuado conforme a lo que
venía siendo costumbre: sus actividades privadas y
sus gustos personales estaban al margen del debate
público. La circunstancia que ha variado no es la de
que estemos en una stuación de crisis, como otras
ha habido antes, sino que parte de la opinión
publicada y de la clase política ha dado en buscar
en la figura del monarca un medio para armar
escándalo y vender tanto opinión periodística como
protagonismo político.
Lo único que cabría achacarle a don Juan Carlos es
el no haber valorado con precisión la circunstancia
de que hubiera periodistas y políticos desaprensivos
con la escopeta cargada, frustrados además por el
hecho de no haber podido cobrarse otras piezas
mayores que habían colocado en su punto de mira,
por ejemplo, Rajoy.
comportamiento de acuerdo con las circunstancias.
En este caso, el Rey ha actuado conforme a lo que
venía siendo costumbre: sus actividades privadas y
sus gustos personales estaban al margen del debate
público. La circunstancia que ha variado no es la de
que estemos en una stuación de crisis, como otras
ha habido antes, sino que parte de la opinión
publicada y de la clase política ha dado en buscar
en la figura del monarca un medio para armar
escándalo y vender tanto opinión periodística como
protagonismo político.
Lo único que cabría achacarle a don Juan Carlos es
el no haber valorado con precisión la circunstancia
de que hubiera periodistas y políticos desaprensivos
con la escopeta cargada, frustrados además por el
hecho de no haber podido cobrarse otras piezas
mayores que habían colocado en su punto de mira,
por ejemplo, Rajoy.