El peor año de Zapatero

Lo que vivimos en el 2010

2010 será recordado como el año en que Zapatero terminó de tocar fondo. Los problemas a los que le ha tocado enfrentarse, desde la quiebra técnica de España a las convulsiones internas dentro del PSOE han hecho que la pregunta de si será candidato o no haya sido de las más recurrentes en estos meses.

Aunque no han sido ni mucho menos los únicos, los problemas económicos han sido los que más han ahogado al presidente del Gobierno, obligado a adoptar un cambio de discurso radical difícil de justificar ante los suyos. En mayo, la situación crítica de la economía española llegó a su momento álgido. España entró en quiebra técnica y Zapatero tuvo que dar un giro copernicano a su política. Anunció un recorte del sueldo de los funcionarios, la congelación de las pensiones, el fin del cheque bebé, una reforma laboral y la reforma de las pensiones. Aquello fue el fin del idilio del Gobierno con los sindicatos, que acabó en huelga general el 29 de septiembre, y el principio de la caída en picado del PSOE en las encuestas.

Tampoco en política internacional ha sido un buen año para Zapatero. Sin duda el mayor problema con el que se ha enfrentado ha sido el desafío de Marruecos con el Sahara, una de las banderas del socialismo. Tras el ataque al campamento saharahui de Gdeim Izik y la expulsión de los periodistas españoles, la respuesta del Gobierno ha sido más que tibia. Este capítulo también le ha costado durísimas críticas entre los suyos y, fundamentalmente de los artistas de la zeja, que le han dado de lado.

Así las cosas, Zapatero ha intentado remediar en algo los daños haciendo guiños a su electorado más radical con normas como la polémica ley del aborto pese al rechazo que generaba aspectos como que las menores puedan abortar sin el consentimiento de sus padres.Tampoco ha dejado a un lado Zapatero su obsesión con la Memoria Histórica centrándola en el Valle de los Caídos.

Pero la baza en que Zapatero tiene depositadas sus esperanzas es la política antiterrorista. Se perfila una negociación encubierta con ETA probada en indicios como los acercamientos de presos a las cárceles vascas o en esa foto de Eguiguren testificando a favor de Otegi. Ante unas encuestas cada vez más en contra y cuando los barones, ante la cercanía de las autonómicas, comienzan tímidamente a levantar la voz, el supuesto final del terrorismo, que no derrota, es ya la única esperanza de Zapatero. Para muchos fue esta la clave de una profunda remodelación de Gobierno que tuvo como protagonista a Rubalcaba. Su acumulación de poderes, sin embargo, han hecho crecer las especulaciones en torno a la candidatura de 2012.

Sólo le queda un consuelo a Zapatero este año aciago. Los deportes. La selección se proclamó campeona del mundo en Suráfrica, su equipo, el Barça, ganó la Liga, Rafa Nadal se confirmó como el mejor tenista del mundo y Alberto Contador ganó el Tour aunque ahora esté bajo sospecha de dopaje. Por lo demás, para el presidente este ha sido un annus horribilis que, para colmo, termina en estado de alarma.








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