El rescate de Betancourt. ¿Principio del fin de las FARC?

Para Colombia, no hay duda de que el rescate de Ingrid Betancourt ha sido la noticia más importante del año. No sólo por el aspecto humanitario que representaba su libertad sino porque significaba un severo golpe para los terroristas de las FARC.

El gran golpe llegó con una exitosa operación militar, pese a que los familiares de los cautivos habían rogado al presidente colombiano, Álvaro Uribe, que no llevara a cabo una acción de este tipo. El 2 de julio, en una rápida y bien coordinada acción encubierta –denominada "Operación Jaque"–, y sin disparar un solo tiro, el Ejército liberó a la ex candidata presidencial. Betancourt, que llevaba seis años cautiva, encontró la libertad en una operación en la que los militares se hicieron pasar por agentes humanitarios tras engañar con astucia a los guerrilleros. Con ella recuperaron la libertad tres estadounidenses y once policías y militares colombianos.

Para las FARC, la desgracia empezó a tejerse el último día de 2007. Aquel 31 de diciembre, cuando todo apuntaba a una puesta en libertad de la ex parlamentaria Consuelo González y de la ex candidata a la vicepresidencia Clara Rojas, la operación se frustró. Hugo Chávez, uno de los que viajó a la zona para aparecer en la foto en aquella una liberación tuvo que volver a Caracas teñido por el fracaso. Los terroristas liberaron días después a las dos mujeres. El presidente venezolano no perdió la oportunidad para anotarse el tanto.

Los problemas para los terroristas siguieron el 3 de marzo cuando el Ejército colombiano bombardeó un campamento en territorio ecuatoriano –algo que provocó una crisis entre ambos países–, matando entre otros a Luis Edgar Devia, alias "Raúl Reyes", su portavoz internacional. Sólo unas semanas después, falleció de un infarto su máximo líder y fundador, Pedro Antonio Marín, alias "Manuel Marulanda Vélez" o "Tirofijo".

Estas muertes, sumadas a los numerosos rescates de rehenes y a la ofensiva del Ejército colombiano ordenada por el presidente Uribe, ha dejado a las FARC más débiles que nunca.