La crisis del PP

"Creo que es lo mejor para el PP y para España". Con estas palabras Mariano Rajoy anunciaba su intención de continuar al frente del partido sólo 48 horas después de haber perdido, por segunda vez consecutiva, las elecciones generales. Además, daba una fecha para la puesta de largo de su candidatura: los días 20, 21 y 22 de junio en Valencia. Comenzaba la crisis en el seno del Partido Popular.

Poco después, Eduardo Zaplana y Ángel Acebes dejaban sus cargos de responsabilidad. A ellos también se sumaba Ignacio Astarloa, ya en el cónclave valenciano. Sin embargo, fue la marcha de María San Gil la más dolorosa. Su falta de confianza en el líder popular provocó un auténtico cisma en el partido. Encima de la mesa, un viraje en los principios del PP . Ortega Lara también deja la formación.

Unos se marchan, y otros llegan: María Dolores de Cospedal como secretaria general y Soraya Sáenz de Santamaría como portavoz del Grupo Popular fueron las incorporaciones más llamativas.

Llega el Congreso de Valencia y Mariano Rajoy sale reelegido. Antes, Esperanza Aguirre le da un toque de atención -"no me resigno a que el PP no de las batallas ideológicas o a que para que gane tenga que haber una baja participación electoral"- y el valenciano Juan Costa hacía un amago de presentarse como candidato. Se pone de manifiesto que no hay democracia interna en el partido.

El presidente del PP tenía la esperanza de que, tras la cita en la ciudad del Turia, las aguas volvieran a su cauce. Sin embargo, el malestar, lejos de disiparse, fue en aumento. En la bancada popular del Congreso de los Diputados se gestaba una rebelión interna en contra de Sáenz de Santamaría. En Génova, Cospedal no acaba de acomodarse en el sillón de Acebes y dice eso de "en el PP hay algunos cobardes que reman en contra".

Además, comenzaba un complicado periodo de congresos regionales y provinciales en el que el aparato de Génova intentó, todavía lo hace, imponer sus candidatos. Destacó el cónclave del Partido Popular de Cataluña, en el que la oficialista Alicia Sánchez Camacho fue elegida presidenta entre gritos y abucheos.

En este contexto afronta el principal partido de la oposición 2009, en el que se enfrenta a tres citas electorales; en Galicia, País Vasco y Europa. En éstas últimas Mariano Rajoy se juega la presidencia, según admitió Esteban González Pons. Será "el verdadero test" para saber si el nuevo PP ha cuajado o no entre el electorado.

De momento, eso sí, los populares no tienen ni tan siquiera cabeza de lista al Parlamento Europeo. Mayor Oreja es el más aplaudido por los suyos, por lo menos públicamente, pero hay quién piensa en el círculo de Rajoy que se aleja de "la línea de moderación" a la que ahora juegan en Génova. Ruiz Gallardón, que aspira a algo más, no quiere ser su sustituto, aunque está en las quinielas. Rajoy alimenta con su silencio los rumores.