Final de película en la F1 con Alonso de menos a más

El Gran Premio de Brasil, la última carrera del año, volvió a ser testigo de un final digno de la Fórmula Uno. Y Lewis Hamilton fue el gran protagonista al convertirse en el campeón más joven de la historia. A pocos metros de la meta, Felipe Massa era campeón gracias a su victoria y a que el inglés, que tenía que ser quinto para lograr el título, marchaba en sexta posición bajo la lluvia de Sao Paulo tras ser adelantado por una de las revelaciones del año, el alemán Sebastian Vettel (Toro Rosso). Pero el británico adelantó en la última curva al alemán Timo Glock (Toyota) y ganaba un puesto, consiguiendo a la postre un entorchado que se le había resistido en 2007. Aunque el brasileño luchó todo el año, las roturas de motor en Australia y Hungría –esta última a dos vueltas del final cuando era líder– y el ridículo incidente de Singapur, le terminaron por pasar factura.

Tres pilotos lograron su primera victoria en un gran premio la pasada temporada. La más espectacular fue la conseguida por Sebastian Vettel, arrebatando a Fernando Alonso el privilegio de ser el vencedor más joven. El alemán daba en Monza la primera victoria a Toro Rosso.  Robert Kubica (BMW Sauber) ganó en Canadá, donde el año anterior había sufrido un aparatoso accidente del que salió milagrosamente ileso, y Heikki Kovalainen (McLaren-Mercedes) consiguió el triunfo en Hungría.

Alonso merece un párrafo aparte. Pese a que en la primera prueba del año obtuvo un esperanzador cuarto puesto, las siguientes carreras fueron una suma de decepciones. La situación continuó hasta Singapur. Y ahí, en la primera carrera nocturna de la historia de la Fórmula Uno, el asturiano aprovechó el abandono de Massa para hacerse con su primera victoria del año. Repitió éxito en Japón y finalizó quinto en el Mundial, y en la segunda mitad de la temporada fue el tercer piloto que sumó más puntos: dos menos que Hamilton y uno menos que Felipe Massa.

Fuera de lo deportivo, destaca el perjuicio sufrido por la categoría ante la crisis económica. Sin sospechar lo que ocurría a fin de año, en mayo desaparecía la escudería Super Aguri, ya que Honda se negó a seguir apoyándola, y a comienzos de noviembre fue la propia casa nipona –de manera sorpresiva– la que anunciaba su retirada tras un desastroso Mundial en el que finalizó en penúltimo lugar. El año también ha estado caracterizado por los cambios para 2009, además de por las extrañas ideas como la del motor estándar de Max Mosley y las medallas de Bernie Ecclestone.