La consecuencia más triste y duradera de aquellos meses de cólera que sucedieron al manifiesto de los 2.300 fue el éxodo de los 2.300, número que iría creciendo con el tiempo.
El 12 de marzo de 1981 un grupo de intelectuales y profesionales liberales denunciaban de lo que ya estaba sucediendo en los primeros años del pujolismo. El español iba a ser borrado del mapa en Cataluña. Treinta años después los hechos le han dado la razón. Y el virus se ha extendido por otras regiones españolas.
La memoria borrada
Sobre el famoso Manifiesto de los 2.300