Seguimos creyendo en la libertad y estamos en contra de todos los totalitarismos. Pese a quien pese, somos polticamente incorrectos y no estamos dispuestos a comulgar con ruedas de molino. Es nuestra manera de ser y no vamos a cambiarla.
No s si lo ms importante que he hecho han sido los aos heroicos de la COPE, en los que siempre tuvimos el respaldo de Libertad Digital. Lo que puedo asegurar es que, a diferencia de otros medios en los que he trabajado, LD es el nico que slo me ha dado motivos de satisfaccin.
Aquella tarde de noviembre de 2004 en la que entr por primera vez en la vieja redaccin de Conde de Aranda, Bush era el enemigo pblico nmero uno y Libertad Digital iba contracorriente y lo haca en la ms absoluta soledad. Todo sigue igual.