Chantaje de Junts: maniobra para suspender la investidura de Illa si Puigdemont es arrestado

El expresidente de la Generalidad prófugo aspira a convertirse en el gran protagonista de la semana, en el mártir del mes del independentismo. Sus acólitos preparan el terreno para la "operación retorno". El secretario general de Junts per Catalunya (JxCat), Jordi Turull, confirma que su grupo parlamentario pedirá la suspensión del pleno de investidura si Carles Puigdemont es arrestado e interpela al Gobierno para que evite la detención.

El acuerdo entre socialistas y posconvergentes pende de un hilo "si Sánchez mira para otro lado", ha advertido Turull en TV3. Junts está abierta a todos los escenarios, ha explicado el indultado y entre ellos el de la ruptura ejerciendo el peso de sus siete diputados en el Congreso. Pero antes de llegar a ese comodín, Junts pretende condicionar el arranque de la legislatura catalana. Pedirán la suspensión del pleno y la obtendrán porque es potestad del presidente de la cámara, Josep Rull, y es de su partido.

Contarán además con el apoyo de Esquerra Republicana (ERC) y de los Comunes, la versión catalana de Sumar. Con la formación independentista y con la extrema izquierda funciona el chantaje emocional y las consideraciones sobre la carga simbólica e histórica de la presidencia de la Generalidad. Los avalistas de Salvador Illa están por retrasar su investidura, pero dentro de unos límites. Junts pretende que la crisis institucional sea de largo recorrido, aunque dice que la última palabra la tendrá el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, el instructor de la causa del golpe de Estado.

Junts no sólo explora los escenarios institucionales sino que pretende que Pedro Sánchez impida la detención del prófugo, su puesta a disposición judicial y su eventual ingreso en prisión. En el peor de los supuestos, el círculo del prófugo espera que la cárcel sea un trámite pasajero y llevadero, a ser posible en una cárcel catalana porque las prisiones dependen de la Generalidad.

Una vez dentro y fuera del 'Parlament'

En cuanto a la logística para introducir a Puigdemont en el parlamento catalán, el partido empieza a descartar el acompañamiento popular ante el escaso entusiasmo que detecta en las bases separatistas para ejercer de figurantes en la "película" del regreso de Puigdemont.

Cobran fuerza decorados menos dramáticos, como una discreta detención por parte de los Mossos a la salida del prófugo del pleno. El presidente de la cámara, Rull, garantiza una suerte de inmunidad mientras el líder de Junts se encuentre en el interior del recinto parlamentario.

Fuera de él, un discreto operativo policial se encargaría de llevar a Puigdemont a la Ciudad de la Justicia, en Hospitalet, donde quedaría a expensas de la decisión de Llarena, que en lógica procesal debería ordenar su traslado a Madrid para prestar declaración en el Tribunal Supremo

El pleno, el jueves 8

Josep Rull ha llevado a cabo este martes la ronda de contactos con los grupos parlamentarios y ha confirmado que la sesión de investidura arrancará este jueves 8 de agosto. Es un calendario que el prófugo puede hacer saltar por los aires con el último capítulo de sus aventuras.