Colabora

Carles Puigdemont esconde su relación con el Kremlin y la "guerra híbrida"

El parlamento europeo rechaza una enmienda para que no se investiguen las conexiones entre el prófugo y representantes de Putin.

El expresidente catalán fugado, Carles Puigdemont. | EFE

El desempeño de Carles Puigdemont y los eurodiputados independentistas en el Parlamento Europeo no es precisamente brillante. La carpeta de la secesión catalán no está en las agendas y los grupos independentistas han perdido protagonismo frente al coronavirus o la invasión de Ucrania. Puigdemont ha ocupado las últimas semanas a preparar su elección como presidente del Consell per la República, una suerte de gobierno paralelo a la Generalidad, y trata de pasar lo más desapercibido posible.

La discreción circunstancial no ha impedido, sin embargo, que trascienda su maniobra y la de la izquierda por borrar a toda prisa el rastro de sus vínculos con el régimen de Putin. Así, el Parlamento Europeo acaba de rechazar una enmienda separatista para eliminar los vínculos de Puigdemont y su entorno con destacados representantes del Kremlin y también con notorios miembros de mafias rusas.

La cámara europea ha puesto en marcha una investigación sobre las injerencias rusas en el Brexit, las últimas elecciones presidenciales francesas y el llamado Procés catalán. En el informe previo se alude a los "constantes intentos de Rusia de explotar cualquier asunto para promocionar inestabilidad interna y desunión en la UE", así como a las "maniobras de polarización" y "desinformación".

En el caso del separatismo, hay un informe europeo previo en el que se describe la trama rusa en torno a Puigdemont. El amigo de Puigdemont y actual director de la oficina del expresidente, Josep Lluís Alay, realizó en la primavera de 2019 varios viajes a Moscú en los que se reunió con empresarios, periodistas y espías rusos, muchos de ellos implicados en la denominada "guerra híbrida" lanzada por el Kremlin para desestabilizar la Unión Europea y los Estados Unidos. También su abogado, Gonzalo Boye (condenado por su colaboración con ETA en el secuestro del empresario Emiliano Revilla), contactó con elementos del crimen organizado en Rusia.

Que afloren de nuevo esos contactos y vinculaciones es lo que Puigdemont y sus aliados de izquierda han pretendido evitar de raíz. En la votación de la enmienda para no investigar los lazos de Puigdemont, 470 eurodiputados votaron en contra de las tesis separatistas, 91 a su favor y 123 se abstuvieron. ERC, Bildu e Izquierda Unida respaldaron la maniobra para borrar a Puigdemont de la foto. Podemos se abstuvo.

En conclusión, el Parlamento Europeo sigue adelante en su propósito de investigar lo que se conoce como "guerra híbrida" de Rusia contra la Unión Europea, todas esas maniobras de desestabilización de las que el separatismo se quiso aprovechar antes, durante y después del golpe de Estado de 2017. Ataques informáticos, ocupación de las redes sociales para la desinformación y la propaganda, espionaje, eliminación de disidentes son algunas de las especialidades contrastadas de la "guerra híbrida" de Putin.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario