Cuando Irene Montero dijo ayer que se opondrá a ayudar militarmente a Ucrania "cueste lo que cueste", no se refería su propio cargo. Lo ha dejado claro este lunes la coportavoz estatal de la formación morada, Isa Serra: Podemos no va a salir del Gobierno de coalición a pesar de las diferencias sobre el envío de armas a Ucrania. También ha señalado que su líder y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, no se refería al PSOE cuando ayer, durante un acto sobre feminismo, criticó a los "partidos de la guerra".
Serra ha garantizado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, puede contar con el espacio confederal dentro del Ejecutivo, aunque no "piensen igual". De hecho, ha detallado que seguirán defendiendo su rechazo a la estrategia de la Unión Europea sobre el envío de material ofensivo a la resistencia ucraniana y reivindicar "más peso" a las vías diplomáticas.
También ha resaltado que aunque es el socio minoritario del Ejecutivo, su presencia garantiza más ambición en las políticas del Ejecutivo, como la subida del salario mínimo interprofesional, la Ley de Vivienda o los mecanismos de protección de los ERTE.
Este domingo, la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, cargó contra "los partidos de la guerra que envían armas", lo que se interpretó como un nuevo golpe a la relación con su socio de Gobierno. Sin embargo, Serra ha señalado que Belarra estaba aludiendo al "fervor belicista" que impera en "la derecha".
Según Podemos, la derecha está ejerciendo una "presión enorme" para que se tome la "escalada bélica" contra Rusia. De hecho, ha denunciado Serra que es "hipócrita" que la UE opte por una estrategia de remitir armamento a Ucrania, con un fondo de unos 450 millones, y luego compre gas a Rusia por un importe diario de 660 millones (Pablo Iglesias ha utilizado este mismo argumento esta mañana en Rac1). Al hilo, Serra ha insistido en que hay dudas de que ese envío de material cambie la correlación de fuerzas del conflicto y que "no parece coherente" que se estén pagando "millonadas" al presidente ruso, Vladimir Putin, por sus recursos energéticos.
Podemos garantiza su apoyo a Yolanda Díaz
A pesar de que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha apoyado abiertamente a Pedro Sánchez, desde Podemos aseguran que apoyan totalmente a Díaz, a la que siguen considerado su "candidata" y "la mejor persona para liderar un proyecto progresista". Serra también ha reconocido que hay debates dentro del espacio, pero que en lo fundamental están todos de acuerdo, que es "pararle los pies" a Putin con sanciones y presión internacional. Por tanto, el respaldo a Díaz sigue intacto.
Durante su comparecencia, Serra también ha reconocido que la postura de Podemos con respecto al conflicto se está "ridiculizando", pero ha insistido en que la vía "más efectiva" es la "diplomática" y no la "escalada bélica" adoptada por la UE, que lleva a una "espiral muy peligrosa" y a "escenarios muy inciertos" con riesgo de ser "devastadores".
Observadores internacionales
De esta forma, la dirigente de la formación morada ha reiterado que no se está dando apoyo suficiente a una salida dialogada a esta guerra y ha calificado de "fundamental" que se desplieguen observadores internacionales en las reuniones entre Rusia y Ucrania. También ha defendido que es "evidente" que una parte importante de la población respalda esta vía, aunque ese "fervor belicista" trata de instalar "públicamente" que la diplomacia "no sirve para nada".
"Simplemente decimos que la guerra genera más guerra", ha recalcado para reforzar que seguirán promoviendo un movimiento por la paz a nivel europeo, en el que está inmerso Belarra junto al dirigente de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, y el exlíder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn.
Iglesias: la solución "no será bonita"
El exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, que sigue ejerciendo de guía ideológico de la formación morada desde las tertulias, ha defendido este lunes en Rac1 que se debe poner "todo el foco político y mediático" a las soluciones diplomáticas, advirtiendo también que hay que ser conscientes de que "no van a ser bonitas" y que, previsiblemente, un acuerdo de paz deje a Ucrania como un "estado intervenido" por Alemania, Estados Unidos o Rusia. "La solución no va a respetar en ningún caso la soberanía de este país".