Vox ha frenado en seco las cuentas que está haciendo el PP para intentar orillar a los de Abascal y dejarles al margen de cualquier gobierno en Castilla y León. El candidato a la Junta, Juan García-Gallardo, ha dejado claro durante su estreno en una rueda de prensa que "no" habrá ninguna abstención de su partido para facilitar la investidura o el gobierno de Alfonso Fernández Mañueco, aunque eso implique repetir elecciones o que gobierne la izquierda.
"Nuestros votantes no valen menos que los de ningún otro partido", ha advertido el líder de Vox en la comunidad, dejando claro que "no pueden hacer otra cosa" después de haberse comprometido públicamente con sus electores a "hacer valer sus votos" y "no regalarlos" al PP. "No venimos a ser muleta de nadie", ha zanjado tajante García-Gallardo ante la insistencia de la prensa por saber qué postura adoptará Vox frente a un PP que insiste en pactar con cualquier formación, incluido el PSOE, antes que gobernar con los de Abascal.
García-Gallardo ha informado de que todavía no ha recibido siquiera la llamada de Mañueco, que se ha mostrado dispuesto a dialogar con todos los partidos sin descartar una posible coalición, aunque sin aclarar con qué partido. En respuesta a las declaraciones del secretario general del PP, Teodoro García-Egea, ha asegurado que con quien debe hablar es con Mañueco: "No tengo nada que hablar con el señor García-Egea", ha ironizado.
El candidato de Vox ha asegurado que él dirigirá las negociaciones para un posible pacto con el PP, sin permitir injerencias de la dirección nacional de su partido o de la del PP en Génova, aunque no ha ocultado sus temores al respecto: "Tenemos que el PP esté atado de pies y manos por Génova o Bruselas", ha dicho sobre el margen de maniobra de Mañueco para negociar.
Posible acuerdo PP-PSOE
"El PP tiene que actuar con responsabilidad, si llega a un acuerdo con el PSOE tendrán que asumir las consecuencias pero no es lo que quiere su base social", ha asegurado el líder de Vox en Castilla y León, asumiendo la posibilidad de que PP y PSOE puedan ponerse de acuerdo para facilitar un gobierno de Alfonso Fernández Mañueco.
Aunque Santiago Abascal aseguró anoche que no cabe otra opción que ocupar la vicepresidencia del gobierno de Castilla y León, su candidato ha optado este lunes por evitar hablar de cargos y consejerías para ceñirse a reclamar un pacto programático que incluya, entre otras cosas, "la derogación de las leyes de izquierdas" como la Ley de Violencia de Género o la Ley de Memoria Histórica. También ha reclamado una bajada de impuestos.
El líder de Vox en Castilla y León ha seguido la línea marcada por Abascal sobre la España Vaciada y ha prometido hacer suyas las reivindicaciones planteadas durante la campaña, al entender que coinciden con sus medidas. Incluso ha ido un paso más allá y ha dicho que no sólo llevarán a la mesa de negociación la petición de las plataformas que han logrado representación en el Parlamento autonómico, sino también las de aquellas que han concurrido a las elecciones pero no han conseguido procuradores.