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Fiasco de la ANC en su protesta contra los partidos separatistas por "traidores" y "obedientes"

La entidad presidida por Elisenda Paluzie sólo consigue congregar a unos cientos de manifestantes frente al parlamento catalán.

Imagen de la concentración publicada por @assemblea | Twitter

El independentismo ha entrado en una fase depresiva y melancólica. Este mediodía sólo ha conseguido reunir a unos pocos cientos de personas en el parque de la Ciudadela, frente a la sede de un Parlamento de Cataluña vacío, sin diputados que pudieran sentir las protestas. El fiasco lleva la firma de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), la antaño todopoderosa organización encargada de los grandes despliegues de masas durante los momentos más bulliciosos del llamado procés.

Los organizadores de la protesta querían hacer sentir malestar con los partidos independentistas por dos hechos: la retirada del escaño del exdiputado de la CUP Pau Juvillà (condenado por desobediencia por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por negarse a retirar unos lazos amarillos del Ayuntamiento de Lérida en periodo electoral) y la orden de la consejería de Interior de prohibir el corte al tráfico diario de la Meridiana que llevan a cabo los separatistas.

Ambas situaciones marcan una especie de ocaso del proceso separatista y, según los dirigentes de la ANC, suponen una "traición" de los partidos independentistas a la denominada "mayoría del 52%". La presidenta del Parlamento autonómico, Laura Borràs, de Junts per Catalunya (JxCat) era la gran esperanza del independentismo para desobedecer a los tribunales. Ella misma había creado grandes expectativas sobre su resistencia frente a las presiones y llegó a asegurar que bajo su presidencia no se habría retirado el escaño a Quim Torra. Pero todas sus declaraciones no fueron más que fuegos de artificio, lo que causó una profunda conmoción entre las bases que todavía están movilizadas del separatismo.

Para redondear el efecto depresivo, la consejería de Interior, en manos de ERC, daba orden de prohibir los cortes de tráfico en la Meridiana, una de las principales arterias barcelonesas, que cada día y desde octubre de 2019 venía protagonizando un grupo separatista amparado por la ANC. A pesar del pinchazo de este mediodía, la ANC mantiene su convocatoria de cortar la Meridiana a las ocho de esta tarde en claro desafío al gobierno de la Generalidad.

En el acto frente al Parlamento autonómico, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha recurrido a su perfil más agresivo en un intento de condicionar a los partidos independentistas, a quienes ha exigido un guion claro de confrontación con el Estado. También ha reclamado a los líderes políticos un "cambio de estrategia" para hacer valer la mayoría parlamentaria.

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