El PP va a volcarse en los últimos días de una campaña en Castilla y León que hasta ahora no está funcionando nada bien para los populares, que según todas las encuestas están sufriendo una sangría de votos que les ha alejado de lo que tras la convocatoria de Fernández Mañueco se presentaba como una mayoría quizá no absoluta, pero sí arrolladora.
Así, en esta recta final de 48 horas antes de la votación el presidente de Castilla y León –que este miércoles volvió a tener un papel discreto en el segundo debate electoral televisivo– contará con el apoyo de prácticamente todos los nombres relevantes del partido con un objetivo que, según fuentes populares aseguran a Europa Press, sigue siendo un "gobierno en solitario" y sumar "más que la izquierda", algo que a la luz de los últimos sondeos se antoja imposible. El propio candidato habla este miércoles en esRadio de "mayoría suficiente".
Este jueves Pablo Casado multiplicará de nuevo sus apariciones con actos en Toro y Zamora durante la mañana: primero visitará una cooperativa bodeguera y luego dará un paso por la capital de la provincia. Unas horas más tarde Mañueco compartirá mitin en León con el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, que acaba de superar el covid por segunda vez.
El viernes, Casado de nuevo hará doblete: por la mañana tendrá un acto sectorial y por la tarde participará en el cierre de campaña en la misma ciudad, que ya se está promocionando desde el propio partido con imágenes de Isabel Díaz Ayuso, Núñez Feijóo y también el presidente de Murcia, Fernando López Miras. El único ausente será el andaluz Juanma Moreno, que se encuentra en un viaje a Dubái al ser la semana de Andalucía en la Expo.
El PP baja mucho sus expectativas
Según fuentes del propio partido, la principal preocupación de los populares en esta última semana de la campaña es la subida de Vox, que no ha dejado de mejorar sus expectativas durante toda la campaña.
Las mismas fuentes señalan que la participación es "clave" en estas elecciones, por lo que reclaman este esfuerzo final que logre frenar la abstención y el auge de Vox y les permita llegar a 35 procuradores, una cifra que parecía un mal resultado hace sólo unos días, pero que ahora los populares darían por buena ya que, según el propio partido, permitiría un gobierno en solitario de Fernández Mañueco.
Génova se prepara ya para una noche electoral menos feliz de lo previsto y lanza mensajes para el caso de que haya un mal resultado, señalando que aunque Mañueco se quede en menos de 35 escaños, sigue habiendo "cambio de ciclo" porque en las últimas autonómicas "ganó el PSOE y ahora el PP volvería a recuperar la primera posición".