Dos años y medio llevaba un pequeño grupo de independentistas cortando casi cada día la avenida Meridiana a última hora de la tarde, cuando más tráfico se registra en ese enclave crucial para las entradas y salidas de Barcelona. Lo hacían primero, en octubre de 2019, para protestar por el encarcelamiento de los golpistas. Pararon durante el confinamiento por la pandemia y volvieron a la carga después, sin que los indultos alteraran su programa diario de provocar enormes retenciones y las consecuentes molestias a miles de conductores, comerciantes y vecinos de la zona. Contaban además con la protección tanto de los Mossos d'Esquadra como de la Guardia Urbana.
La oposición vecinal y de los partidos y organizaciones constitucionalistas es uno de los factores que ha conducido a la Generalidad a poner fin a la impunidad separatista. Alega la consejería de Interior que para evitar incidentes los manifestantes independentistas ya no podrán cortar la Meridiana y su concentración se tendrá que trasladar a una zona donde no suponga un perjuicio para el tráfico, los vecinos y los comerciantes. Ha sido la Dirección General de Administración de la Seguridad la que ha notificado a la Assemblea Nacional Catalana (ANC) que a partir del próximo sábado los cortes de tráfico están prohibidos.
Durante los años que han cortado la Meridiana los separatistas han contado con la complicidad tanto de la Generalidad como del Ayuntamiento, que han hecho todo lo posible para que los contrarios a estas movilizaciones no pudieran evitar el caos diario. Ahora, la consejería de Interior ha decidido poner fin a los cortes en un momento de horas bajas del independentismo, con los partidos y las organizaciones divididos y desmovilizados.