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La dirección de UPN se impone a sus diputados para que apoyen la reforma laboral pese a "no compartirla"

Sergio Sayas asegura que no comparte la decisión de su partido. El PNV anuncia por Twitter que votará "no". El Gobierno llega con 176 diputados justos

El Gobierno llega a la convalidación del Real Decreto de la Reforma Laboral con una mayoría muy ajustada que podría dar al traste con una de las medidas estrella de la legislatura. El colchón es de apenas 2 diputados, por lo que cualquier error o incidente de última hora, como un positivo por COVID, podría comprometerla.

Minutos antes de comenzar el pleno, los dos diputados de Navarra Suma, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, amenazaban con saltarse la disciplina de voto al manifestarse en contra de la reforma laboral. Sayas afirmaba en los pasillos del Congreso que "le cuesta defender una decisión" que no comparte. "No comparto la decisión que ha tomado la dirección de mi partido, en concreto mi presidente. Me cuesta mucho defender antes mis votantes esta decisión", añadía. Fuentes de su entorno aseguran, sin embargo, que acatarán la decisión de su partido. "Tenemos una disciplina de voto y hay que cumplirla", aseguran.

Adanero aseguraba también a EFE que "UPN no puede respaldar a Sánchez, un presidente con los votos de Bildu, mientras que en Navarra es socio de Chivite". Adanero se mostraba partidario de dar los votos de su formación a cambio de "algo importante". La amenaza de ambos reducía la ya ajustada mayoría para convalidar el Real Decreto que, de momento, suma 176 votos positivos frente a 173 negativos.

PSOE y Podemos aguantan la respiración para que ni uno solo de sus diputados se equivoque, después de que el PNV haya anunciado también su voto negativo a la norma tras las infructuosas negociaciones con el Ejecutivo para incorporar la prevalencia de los convenios autonómicos.

Sergio Sayas es junto a Carlos García Adanero uno de los dos diputados de UPN en el Congreso. Sus votos fueron anunciados este miércoles por Javier Esparza, el presidente de la formación pero que no tiene escaño en el Congreso y que ha negociado con Bolaños y Héctor Gómez el sentido del voto de los dos representantes en el Congreso de los Diputados.

La reforma de los sindicatos

Al margen de las negociaciones de última hora, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha intervenido desde la tribuna de oradores para defender una reforma laboral que se aleja mucho de sus pretensiones iniciales al tener que pactarla con Bruselas. Para reivindicarse, Díaz ha comenzado marcando distancias con la patronal CEOE, uno de los agentes sociales que ha pactado la reforma laboral y a la que, de forma intencionada, la vicepresidenta evitaba nombrar, atribuyendo en exclusiva a los sindicatos la negociación del texto.

Rufián humilla a Yolanda Díaz

"Quiero saludar de manera especial al secretario general de CCOO, Unai Sordo, y al de UGT, Pepe Álvarez, que nos acompañan en la tribuna de este hemiciclo", decía Díaz, dirigiéndose la tribuna de invitados del Congreso, donde ambos seguían el pleno. "Una vez más, mi gratitud, queridos Pepe y Unai, por vuestra contribución decisiva a esta norma que sometemos a votación", remataba. La presidenta del Congreso, Meritxel Batet, mantenía además un encuentro en el Congreso con CCOO y UGT antes de que diera comienzo el debate.

Al concluir su discurso, Díaz nombraba al presidente de la patronal, Antonio Garamendi, y al de CEPYME, Gerardo Cuervas, en el capitulo final de agradecimientos. También daba las gracias por primera vez a Cs, al que nunca había nombrado hasta ahora. Tenía un gesto además con el PNV al elogiar su predisposición al diálogo, pese a su rechazo a la ley, en contraposición a ERC, partido sobre el que, deliberadamente, ha guardado un absoluto silencio.

El "mea culpa" con la boca pequeña

La vicepresidenta segunda admitía durante su discurso ser la responsable de no haber podido sumar a más grupos políticos para sacar adelante la norma, en referencia a ERC o Bildu, socios habituales del gobierno que han sido sustituidos por Cs, UPN o el PDCat, en una clara imposición de la estrategia del PSOE que ha perjudicado la imagen de Yolanda Díaz y su liderazgo al frente de Podemos.

"Cuando hay consensos son normas de un país, he de reconocerlo, no lo he logrado", decía para después reprochar a esos partidos, incluso al Partido Popular, "no haber hablado de la norma" para centrar el debate en las "rivalidades partidistas", algo que, ha dicho, "no ayuda a superar el descrédito del a política". Previamente, Díaz insistía en presumir de que la reforma laboral, en vigor desde finales de año, ya ha arrojado buenos datos de paro, pese a que ha subido en enero, y en la contratación de indefinidos.

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