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Errores de bulto, datos disparatados y filtraciones: Tezanos lleva al CIS al mayor descrédito de su historia

El CIS vivió este miércoles uno de los peores días de su historia con un sondeo que no cree nadie y que, además, se filtró antes de hora.

Narciso Michavila califica la encuesta del CIS de "disparatada y surrealista"

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El CIS vivió este miércoles uno de los peores días de su historia con un sondeo que no cree nadie y que, además, se filtró antes de hora.
El presidente del CIS, José Félix Tezanos, en un desayuno informativo. | EFE

La encuesta que publicó este miércoles el CIS ha supuesto un escándalo aún mayor del que últimamente acompaña a la mayor parte de los sondeos de una institución que es sinónimo de desvergüenza desde que el socialista José Félix Tezanos fuese el primer presidente de su historia con carné de un partido político, obviamente el PSOE.

Ninguno de las sondeos que publica mensualmente el CIS tiene la más mínima credibilidad entre los expertos, los partidos políticos o la inmensa mayoría de los periodistas, pero en esta ocasión la diferencias con todas las demás encuestas, los datos sorprendentes y los errores evidentes llegan a un punto en el que el descrédito es máximo.

Errores, horquillas y datos llamativos

Entre los datos más llamativos de esta última encuesta está el pronóstico para la provincia de Soria, según el cual la candidatura provincial asociada la plataforma de la España Vaciada no sólo ganaría las elecciones, sino que superaría en voto a la suma de PP y PSOE, algo impensable y, sobre todo, cuya magnitud habrían detectado en mayor o menor medida todos los sondeos.

Pero no sólo hay datos llamativos sino que en la primera versión del documento publicado por el CIS había directamente errores, y de bulto: en la provincia de León se otorgaba un procurador a Ciudadanos, otro a Unidas Podemos y ninguno a Vox, que superaba a las otras dos formaciones en porcentaje de voto. Un fallo incomprensible en un documento de esa importancia que debería vigilarse mucho más de cerca.

Otro aspecto sorprendente del barómetro del CIS es que, pese a haber contado con una cantidad brutal de entrevistas –casi 7.200 cuando los institutos demoscópicos privados hacen poco más de un millar– ofrece unas horquillas completamente disparatadas, sobre todo en el caso del PSOE, al que colocaba entre 25 y 34 escaños, un margen tan amplio que se podría prever… sin necesidad de hacer un sondeo.

Muy lejos de la media

En cualquier caso, lo que evidencia el despropósito de esta encuesta no son los fallos puntuales, sino el conjunto: el barómetro de Tezanos no resiste la comparación con el conjunto de encuestas publicadas hasta el momento: la media de los sondeos serios realizados en lo que llevamos de año coloca al PP en el 38%, y ninguno de ellos lo situaba por debajo del 35%, mientras el CIS lo hundía hasta el 29,8%, ocho puntos menos que la media y más de cinco por debajo de la peor previsión.

En el caso del PSOE la previsión se limita a ser sólo una décima más alta que la de todas las demás y, eso sí, coloca a los socialistas un punto y medio por encima de la media.

El asunto vuelve a ser escandaloso si miramos el pronóstico para Vox: la media de las encuestas coloca a los de Abascal en el 12,6% y, además, las diferencias son mínimas: la más alta les da el 13,2% y la más baja el 12,1%; sin embargo, según Tezanos caerían más de tres puntos por debajo, hasta el 9,3%.

Justo lo contrario que le ocurre a Unidas Podemos, que estaría en el 6,6% según la media del resto de sondeos y para el CIS se va más de dos puntos por arriba, hasta el 8,7%. Y lo mismo se puede decir de Ciudadanos, pero con una desviación aún más exagerada: la media les coloca en el 3,9% y la encuesta de Tezanos dobla ese porcentaje para llevarlos al 7,9%.

¿Y si los datos no los analiza Tezanos?

De hecho, la estimación de intención de voto de Tezanos es tan llamativa que otra empresa demoscópica, Metroscopia, publicaba este jueves su estimación a partir de los propios datos del CIS y el resultado no podría ser más diferente: el PP sube hasta el 35,6% —con lo que ya entra dentro del rango de las encuestas publicadas— mientras que el PSOE baja hasta el 29,5%, manteniendo la diferencia entre ambos partidos en seis puntos.

Los populares tendrían entre 34 y 37 escaños, a sólo cuatro de la mayoría absoluta en el mejor de los casos, mientras que los socialistas se quedan muy por detrás: entre 27 y 29.

No son los únicos cambios: Vox se dispararía hasta el 14,2% –cinco puntos más de los que le da Tezanos– y Unidas Podemos y Ciudadanos caerían al 7,2% y el 4,3%, es decir, ambos estarían dentro del rango que marcan todos los demás sondeos. Ni que decir tiene que la suma de PP y Vox tendría, como mínimo, una cómoda mayoría de 44 procuradores, tres más de los necesarios.

Ya pasó en Madrid

Alguien muy bien intencionado podría pensar que en realidad Tezanos es el que acierta y todos los demás se equivocan, pero además de que ese tipo de cosas no suelen suceder, los antecedentes hacen pensar que más bien está ocurriendo lo contrario.

Y es que no es la primera vez que el CIS se desmarca con un sondeo poco creíble y completamente a contracorriente, ya lo hizo en Madrid en las elecciones del pasado 4 de mayo con una encuesta que daba muchas posibilidades de gobernar a los partidos de izquierda.

Entonces su apuesta fue que Isabel Díaz Ayuso se quedaría en un 36,7% de voto, cuando finalmente alcanzó el 44,76%, es decir ocho puntos más. La popular logró 65 escaños mientras que Tezanos le daba un máximo de 56. Además, el sondeo situaba al PP una tendencia descendiente –dos puntos y medio menos que unas semanas antes– cuando durante toda la campaña no dejó de subir.

Tampoco fue capaz de prever la debacle del PSOE: pronosticó que lograría un 23,4% cuando el resultado final de los de Gabilondo fue del 16,8%, viéndose superados por Más Madrid, que lograron el 16,99% del voto mientras Tezanos sólo les daba el 15,1%.

En conjunto, la encuesta –también con unas horquillas importantes en una comunidad uniprovincial– situaba a los tres partidos de izquierda en lo que una mayoría que podía llegar a ser muy absoluta, 73 diputados que son cuatro más de los necesarios para gobernar en la Comunidad de Madrid, pero al final se quedaron en 58, siete por debajo de los obtenidos por el PP.

Los expertos, indignados

Con todo lo anterior, no es de extrañar que los expertos demoscópicos hayan criticado con muchísima dureza el barómetro publicado por el CIS. Narciso Michavila, presidente de GAD3, hablaba en Twitter de "la peor estimación de la historia del CIS".

Consultado por Libertad Digital, el director de otra empresa demoscópica mostraba su escándalo por unas horquillas que, en su opinión "son la puerta de salida para evitar las responsabilidades penales. De vergüenza", remataba.

Kiko Llaneras, experto en El País, publicaba todo un hilo en Twitter en el que señalaba la inconsistencias del barómetro y explicaba que "las estimaciones del CIS han estado sesgadas a la izquierda desde la llegada de Tezanos" y que los errores del centro público han sido "en general mayores que en los promedios de sondeos", una explicación que achaca "en parte" a que no suelen publicarse en el momento correcto pero que, en cualquier caso "desde 2018 –el año de la llegada de Tezanos a la presidencia– esa brecha es bastante mayor".

Para colmo, con filtraciones

Y si todo lo anterior no es suficiente, este barómetro del CIS ha venido adornado también con el escándalo de la filtración a Iglesias de los datos antes de que se publiquen, algo evidentemente ilegal y que, aunque será prácticamente imposible descubrir la fuente, refleja algo importante: el descontrol de una institución pública que, hasta ahora, mantenía cierto prestigio pese a su contacto tan directo con el mundo de la política.

Porque, siendo el CIS presidido por un socialista de carné que es evidente que lo utiliza a mayor gloria de su partido, ¿quién puede convencer a sus trabajadores de que no filtren datos que seguramente ya han sido filtrados?

Y, mientras, el presupuesto disparado

El desprestigio del CIS coincide con una época en la que el centro público cuenta con una asignación económica que se ha disparado: los PGE de 2021 recogen un aumento del 21,49% en su presupuesto, lo que eleva el total hasta los 11,08 millones de euros cuando en 2020 era de 8,05 millones.

Entre las partidas que suben está un aumento del gasto en personal, que pasa de los 3,7 a los 4,03 millones. Que se sepa, el sueldo de Tezanos, cercano a los 100.000 euros al año, no se verá afectado por ese incremento.

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