
Si algo tiene en común la generación de socialistas de Pedro Sánchez es que sus primeras manifestaciones fueron las del "no a la guerra". Ahora, veinte años después y peinando alguna cana, algún dirigente incluso recuerda cómo organizó el movimiento estudiantil contra la contienda entre George W. Bush y Sadam Huseín, por eso no están dispuestos a que Podemos le robe la bandera del "no a la guerra".
"Los ciudadanos saben que este partido es el partido del "no a la guerra", decía Felipe Sicilia en Ferraz antes de recordar que fue un gobierno socialista el que retiró las tropas de Irak. "Fue el PP el que nos llevó a una guerra totalmente ilegítima y llena de mentiras. El de la foto de las Azores y de los pies encima de la mesa era el señor Aznar. El PSOE siempre ha apostado por la vía del diálogo", añadía el portavoz de la Ejecutiva.
Desde el Gobierno, han aprovechado las últimas declaraciones de Pablo Iglesias para desviar el foco de atención y centrarlo en el exvicepresidente, aunque otros cargos de Podemos se han pronunciado de manera similar. La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, le pedía "contención" mientras aseguraba, en referencia a Podemos, que "cada partido decide quién es su portavoz". La ministra de Defensa, Margarita Robles, añadía que Iglesias "tenía mucho tiempo libre y ninguna responsabilidad".
Las ministras han evitado cargar contra sus compañeras moradas de gabinete pese a las declaraciones de Ione Belarra o de Irene Montero que también han asegurado que ·"España es el país del no a la guerra" y se mostraban en contra de una posible intervención de la OTAN si Putin invadiese Ucrania.
Los socialistas mantienen que ellos abogan por "el diálogo y la diplomacia" sin entrar en un posible escenario bélico y no creen que sea una deslealtad de Podemos "dar su opinión" aunque insistirán que la política exterior corresponde al presidente del Gobierno. "Ya sabíamos antes de que entrasen en el Gobierno que Podemos estaba en contra de la OTAN", llegan a asegurar en privado para restar importancia a sus afirmaciones.
Albares comparecerá este martes
Los detalles de la implicación de España en el conflicto los detallará este martes en la Cámara Baja el responsable de la diplomacia española. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, tratará de explicar la posición de España ante el conflicto de Rusia con Ucrania en una comparecencia a petición propia en el Congreso. Será este martes a las ocho de la tarde según ha decidido la Comisión de Exteriores.
Además, tendrá que responder a otras tres preguntas formuladas por la oposición. El PP quiere que el Gobierno explique también su posición ante la crisis en Kazajistán. Vox quiere saber la posición ante las negociaciones entre "la OTAN y la Federación Rusa" mientras que Bildu y ERC han formulado una pregunta conjunta sobre "el posicionamiento e implicación de España y las acciones que el Gobierno plantea tomar".
Sánchez, volcado con la OTAN
Las fotos que La Moncloa ha distribuido este fin de semana, en la que se ve a Pedro Sánchez hablando por teléfono desde su despacho, podrían repetirse. El presidente del Gobierno sigue en contacto con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el cual le ha agradecido de manera telefónica y por Twitter el despliegue de la fragata Blas de Lezo. El presidente del Gobierno mantiene conversaciones frecuentes con Ursula Von der Leyen y con otros líderes europeos.
Sin embargo, La Moncloa sigue sin recibir una llamada de Joe Biden. El presidente de los Estados Unidos continúa sin consultar a España pese los últimos intentos del Gobierno por mostrarse como un "socio fiable" y las reuniones de Albares con Blinken en Washington.
Este lunes, Biden ha convocado una reunión virtual con varios líderes europeos excluyendo a Sánchez. A la llamada han sido invitados la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Olaf Scholz; el primer ministro italiano, Mario Draghi; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; el presidente polaco, Andrzej Duda y el primer ministro británico, Boris Johnson.
De momento, a Sánchez le queda la carta de su papel de anfitrión en la cumbre de la OTAN en junio para tratar de ganar protagonismo en un momento en el que la Organización Atlántica vuelve a los titulares.