Siguiendo esa máxima del refranero chino que "cada crisis es una oportunidad", en el PSOE están aprovechando el estancamiento en las negociaciones de la reforma laboral para hacerse valer y "robar" uno de los emblemas de Yolanda Díaz: la reforma laboral. La vicepresidenta segunda podrá atribuirse el acuerdo con los agentes sociales pero los socialistas están cada día más decididos a ponerse la medalla del respaldo parlamentario.
Aprovechando que la ministra de Trabajo está confinada, el ministro Félix Bolaños va ganando peso "virando" a izquierda y centro mientras que Yolanda Díaz sólo apuesta por una vía:" la mayoría de la investidura". El sector socialista ha sumado en las últimas horas a Ferraz a las negociaciones. "Estamos trabajando de manera coordinada, partido, Gobierno y grupo parlamentario", confirmaba la vicesecretaria general, Adriana Lastra.
En el PSOE tratan de amarrar el apoyo del PNV pese a las últimas declaraciones duras del líder nacionalista, Aitor Ortuzar, que aseguraba que "no iban a transigir". Ferraz ha enviado al portavoz parlamentario, Héctor Gómez, y a su secretario de Organización, Santos Cerdán, a "comida de trabajo" con la cúpula del PNV, incluyendo a Ortuzar, donde el plató estrella será la reforma laboral al punto.
"Cariño" a ERC
Los socialistas, gobierno y partido, ya asumen sin ambages que no pueden contar con Bildu, cuyo sindicato, ELA, ha convocado varias manifestaciones contra la reforma laboral cuatro días antes de que se vote en el Congreso. El Ejecutivo se centra en no indignar más a ERC. A nadie se le escapa que las buenas relaciones personales entre Lastra y Gabriel Rufián podrían destensar el conflicto después de que el portavoz separatista asegurase que no iban a votar "proyectos personales".
El margen de maniobra es limitado. Moncloa ha ordenado que se "preserve" el acuerdo con los agentes sociales y no se toque el texto. ¿Qué se le puede ofrecer entonces a ERC? "Cariño", afirmaba en privado una fuente negociadora del PSOE.
La vía Ciudadanos
"Aquí no se trata de preferencias, lo único importante es que salga la Reforma Laboral", insistía Lastra. En ese sentido, Félix Bolaños, empieza a destapar la carta de Ciudadanos creando un relato asumible para el sector más de izquierdas.
El ministro de Presidencia habla de "ensanchar mayorías" , recordando que hay fuerzas que son "prioritarias" pero que, "en este caso, la reforma laboral es un acuerdo de país". Aunque desde la formación de Inés Arrimadas confirman que todavía no se les ha llamado.
Dos espacios de negociación
Unai Sordo, el secretario general de CCOO, destapaba a la salida del desayuno informativo de Bolaños una de las posibles estrategias del Gobierno. "Quedan dos años de legislatura en la que se pueden tomar medidas de carácter laboral", aseveraba en referencia a ERC que pide cambios en el texto y califica de "maquillaje" la actual Reforma.
"Puede haber dos espacios de negociación, perfectamente, pero ahora lo que toca es convalidar una Reforma", añadía. Sin embargo, los ministros socialistas aseguran que los sindicatos están "alineados con que se respete el acuerdo". "No están aprovechando para introducir otros cambios", añaden fuentes conocedoras de la negociación que elogian como los agentes sociales siguen unidos.
Yolanda Díaz, bloqueada
Paradójicamente, a Yolanda Díaz, le ha resultado más fácil convencer a la Patronal que a ERC que muestra recelos de respaldar un "proyecto personal". "Seguimos trabajando", aseguran desde el sector de Unidas Podemos del Gobierno. "Yolanda está en hacer gestos sin ofrecer a la patronal", añadía un alto cargo del partido morado que evidenciaba sus diferencias con Bolaños. "Lo único que nos separa es su querencia por bascular hacia Ciudadanos", añadía
A Unidas Podemos no les gusta "la vía Ciudadanos" y quieren evitarla a toda costa pese a que, lo que se están encontrando de frente, es una pared inamovible. El tiempo se agota y la negociación con el PNV es lenta y con ERC ardua y podía trastocar el pacto.
"Ciudadanos quiere romper el bloque progresista del Congreso", añadía el portavoz Jaume Asens. "No creemos en esa vía" y advertía: "Es una trampa en la que no vamos a a caer". En Podemos observan con recelo un acercamiento inevitable del PSOE a Ciudadanos tras el portazo de Bildu y las negativas cada vez más duras de Rufian.