Día de estreno en La Moncloa. El Gobierno ha puesto en marcha un nuevo formato para fortalecer la imagen presidencial de un Pedro Sánchez, volcado en las relaciones internacionales. Ante las escalinatas de La Moncloa, el presidente del Gobierno comparecía con el flamante canciller alemán, Olaf Scholz, para dar una imagen de unidad de la socialdemocracia europea.
Aunque en la cuestión que más tiempo ha empleado el presidente del Gobierno ha sido la política doméstica, en especial tras la pregunta sobre el inminente informe del CGPJ rechazando la nueva ley de vivienda. Pedro Sánchez ha mostrado su "respeto a lo que diga la justicia". "Miraremos el informe y las cuestiones técnicas pero el compromiso del Gobierno es de construir este quinto pilar del bienestar".
"Traeremos al Consejo de Ministros el anteproyecto de vivienda", insistía Sánchez quien anunciaba que el Gobierno redoblará la apuesta en materia de vivienda. Ante el revés del CGPJ, el Ejecutivo no quiere dar la imagen de que aparca la política inmobiliaria, y este martes aprobará el Plan Estatal de Vivienda y el bono joven de 250 de ayuda al alquiler, que descansaba en el limbo de promesas no desarrolladas. Lo anunciaron en octubre debería haber entrado en vigor al comenzar 2022.
"Las fórmulas que hemos tenido en este país para garantizar un acceso digno a la vivienda no han sido suficientes", añadía Sánchez antes de pedir "un mayor compromiso de lo público" para que un "derecho que está en la Constitución sea un derecho real". Sánchez insiste en la política de vivienda como el "quinto pilar del estado del bienestar".
Sánchez insistirá en una norma que, en el CGPJ, rechazan por intervencionista, ideológica e invadir competencias de las CCAA pero evita cargar contra el Gobierno de los jueces. En Podemos son más duros y vuelven a cargar contra los magistrados, a los que acusan de "extralimitarse" y de estar a favor de las "élites del ladrillo".
Sánchez contra la disciplina alemana
Sánchez aprovechaba su comparecencia con Scholz para presumir que ambos coinciden "en que las reglas fiscales suspendidas son demasiado complejas y difícilmente cumplibles en el contexto de la pandemia". El presidente español llegaba a pedir que, de cara al futuro, hay que "evitar una aplicación sin más de las reglas fiscales que teníamos antes de la pandemia".
Scholz elogiaba el "pacto de estabilidad", es decir el cumplimiento de las reglas fiscales y el control del déficit, y advertía que "la mayor parte de los fondos europeos todavía no se ha desembolsado". "Alemania quiere seguir construyendo sobre las experiencias del pasado", decía el canciller en alusión al rigor presupuestario y la disciplina germana en las cuentas comunitarias que, como recordaba Scholz, ha permitido ahora tener unos fondos comunitarios.
Sánchez contra Djokovic
Pedro Sánchez se ha referido por primera vez a varias cuestiones internacionales, como el conflicto con Rusia en la frontera con Ucrania, para pedir una "desescalada". Lo ha hecho tras ser preguntado por esta cuestión mientras que el canciller alemán no esperaba a las preguntas y en su intervención inicial se dirigía a Putin y advertía de que "una intervención militar en Ucrania traería graves consecuencias".
Lo que ambos no han tratado es el tema del Sahara pese a los últimos acercamientos de Berlin a Rabat y que, en línea con lo que ha hecho EEUU, podría acabar reconociendo como territorio marroquí la antigua colonia española. Sánchez evitaba tocar ese tema. En lo que reconocía "visiones diferentes" es en la política energética aunque reconocía que pedirán un "mix energético".
Sánchez también se refería al escándalo Djokovic, tras su deportación de Australia por negarse a vacunarse. "Las normas están para cumplirse. No hay nadie por encima de las normas", decía el presidente español quien elogiaba la postura de Rafa Nada.
Una nueva etapa
En La Moncloa están muy satisfechos con el nuevo encuentro. Tras la clásica visita a París y Varsovia, que suele hacer un canciller nada más ser designado, Scholz ha puesto a Madrid por delante de otras capitales europeas.
Sánchez valoraba el encuentro, tras una comida en La Moncloa, como "una nueva etapa en nuestra colaboración a nivel europeo", pese a que los socialdemócratas ya gobernaban en coalición con Merkel, y destacaba que España y Alemania "han logrado grandes cosas cuando han ido de la mano". El próximo encuentro será la cumbre hispano-germana que ambos ejecutivos ya están preparando.