Durante una semana, el Gobierno ha tenido un menú único: carne para desayunar, comer y cenar. En la Moncloa esperaban este pasado martes que la polémica no tuviese más recorrido, pero la contraofensiva de Alberto Garzón respondiendo a Planas acabó por avivar la batalla. Ahora, conscientes del desgaste que les está produciendo, los ministros tienen orden de centrarse en su agenda, primando las reformas económicas y evitar avivar el fuego.
Sólo la ministra de Igualdad, Irene Montero, en una entrevista en TV3 se refería al tema y decía que lo que tenga que decir al presidente se lo dirá "por los canales establecidos y discretamente" pero añadía que "no se puede comprar un bulo". Un tono bajo y bastante conciliador en una de las ministras más próximas a Pablo Iglesias.
En la Moncloa ya dan la crisis por cerrada y evitarán más referencias. El presidente del Gobierno, que este jueves participaba en un foro de inversores, pasaba de puntillas y sólo hacía una discreta mención a la "importancia del sector primario" pero evitaba ir más allá. Esto mientras Alberto Garzón cosía las heridas en un acto con pequeños ganaderos en la sede del Ministerio de Consumo. Su último acto antes de "evaporarse" de nuevo.
Mientras que el ministro de Agricultura, Luis Planas, después de la "intensa" agenda de entrevista del martes, volverá a comparecer este viernes ante los medios pero sólo para analizar su encuentro con el comisario de Agricultura de la UE, Janus Wojciechowski.
El último choque
Uno de los últimos encontronazos se produjo ayer. Alberto Garzón salía en El País asegurando que su posición consta en documentos del Gobierno. Es lo mismo que había dicho Yolanda Díaz en una entrevista en TVE el miércoles. Sin embargo, a la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, le respondía en Telecinco y decía que "no tenía constancia" de esos informes.
Los socialistas argumentan que en el programa electoral sólo hay una ligera mención a la ganadería para garantizar su sostenibilidad, en línea con la PAC. Fuentes próximas a Yolanda Díaz aseguran que la vicepresidenta se estaba refiriendo a varios documentos públicos, "entre ellos la Agenda 2030" donde sí se menciona a la ganadería intensiva y extensiva.
Sánchez huye de Castilla y León
A cuatro semanas de los comicios de Castilla y León, Pedro Sánchez evitará aparecer con su candidato, Luis Tudanca. El presidente del Gobierno ha programado un acto en Granada con Juan Espadas, el candidato socialista a la Junta de Andalucía, pese a que todavía no hay elecciones convocadas.
La ausencia de Sánchez contrastará con la presencia de los principales líderes de PP, VOX y Podemos. Tanto Pablo Casado, como Santiago Abascal y Ione Belarra estarán arropando a sus candidatos en plena precampaña. Desde Ferraz prometen una representación federal pero no aclaran quién estará.
La ausencia de Sánchez se produce después de que la semana pasada citase a Castilla y León como una de sus prioridades. El viernes, el secretario general del PSOE promocionó a su candidato, Luis Tudanca, en el Comité Federal del partido celebrado en el Novotel Madrid Center. Incluso ejerció de telonero antes de su discurso, los únicos que se emitieron en "abierto" para los medios. El domingo, Sánchez participó en un mitin en Palencia donde varios ganaderos le recibieron con pitidos y silbidos. Desde ese momento, Sánchez ha desaparecido de la campaña de Castilla y León pese a que sólo quedan cuatro semanas para las elecciones.