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Sánchez ataca a la oposición pero pide que le respalde la reforma laboral

El presidente elogia la reforma laboral de Díaz y "el sentido de Estado de los agentes sociales" y defiende no tomar más medidas ante la sexta ola.

Pedro Sánchez, en la celebración de la Pascua Militar. | EFE

Año nuevo, discurso viejo. Pedro Sánchez entrena el 2022 igual que finalizó el 2021: con un balance triunfalista de su gestión pero con una novedad: atacando a la oposición a la que responsabiliza del bloqueo y se pregunta qué intereses defiende. Frente a "un Gobierno digno que se esfuerza" y que "cumple" en una "fecunda legislatura", hay una "derecha rehén de la ultraderecha" y que se "llama constitucionalista pero bloquea".

Sánchez compareció en el Novetel Madrid Center ante un Comité Federal semipresidencial, pero al que acudieron casi todos los barones. Ante ellos, el líder socialista sacó del baúl de los recuerdos, hasta la gestión del Prestige para confrontarla con la del volcán del Palma gestionada con "presteza y cercanía".

A la vez que atacaba a la oposición, Sánchez le pedía "formalmente que respalde la reforma laboral" porque "es bueno en sí y es bueno para España" En el Ejecutivo son conscientes de que sus socios, con ERC y Bildu a la cabeza, están en contra y en La Moncloa no descarta explorar otras vías para una reforma a la que Sánchez no ha ahorrado en elogios.

El presidente incluso ha pedido a los socialistas que estaban en el Comité Federal que, en las próximas semanas, salgan a las calles para defenderla y explicarla por "los pueblos y ciudades de España". Un visión apostólica ante la palabra revelada por Yolanda Díaz que rozan las tablas de la ley. Sánchez cree que estamos ante un "acuerdo de país" y que "responde a las exigencias de Europa".

"Cada partido tendrá su objeción pero no habrá acuerdo si no cedemos en algo", decía el presidente mientras se preguntaba qué intereses defiende la oposición si "se resiste a defender los acuerdos", "si no defiende a los empresarios, ni a los trabajadores". Incluso elogiaba "el sentido de Estado" de los agentes sociales.

El nuevo leit motiv del PSOE será que ellos ofrecen estabilidad. "De este lado hay certezas ¿Qué hay del otro lado?" mientras lanzaba pullas por las elecciones anticipadas en Madrid o en Castilla y León. "Estabilidad son legislaturas de cuatro años"

Aprender a convivir con el virus

Sánchez, como el camaleón, va mutando y adaptándose a las circunstancias. De defender restricciones, el presidente del Gobierno ha pasado a tener una visión más abierta de la gestión de la pandemia ante la sexta ola en la que, incluso, ha justificado que no se tomen más medidas.

"Los aumentos de ómicron no se traducen en un aumento exponencial ni en hospitalizaciones, ni en ingresos UCI", decía Sánchez que añadía que "la mayor parte de los casos que estamos registrando son casos de personas asintomáticas". "Tenemos que aprender a convivir con el virus", decía el presidente del Gobierno mientras anunciaba que en breve estará disponible una vacuna española "que va a ser eficaz contra la variante ómicrón".

No a la nuclear

Sánchez no ha ahorrado en críticas a la nueva posición de la UE que defiende incluir la nuclear como energía verde. Por primera vez, el presidente del Gobierno se posicionaba sobre este asunto y lo hacía, en línea con el Ministerio de Transición ecológica, criticando a Europa por dar "pasos atrás".

"El Gobierno de España se opone a esta propuesta y va a defender una apuesta rotunda por las energías renovables", decía el secretario general del PSOE ante una ovación del Comité Federal.

Elecciones en Castilla y León

Sánchez también ha glosado las virtudes de Luis Tudanca, el secretario general del PSOE en Castilla y León, que ha sido refrendado por el aparato del partido como el candidato en las elecciones del 13 de febrero. "Lo que pasa en Castilla y León importa", decía el presidente antes de presentar a Tudanca, que fue la persona encargada de tomar la palabra después de Sánchez.

"Debemos convertir la irresponsabilidad del señor Mañueco en una nueva oportunidad para el cambio en Castilla y León", añadía Tudanca quien se presentaba como el candidato capaz de "conseguir un Gobierno de esperanza" en la región que lleva 36 años con Gobiernos del PP. Sánchez incluso citó a Demetrio Madrid, el único presidente socialista que tuvieron los castellanos y leoneses, lo hizo para rehabilitar su figura y decir que fue un "socialista digno".

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