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Casado menosprecia el triunfo de Ayuso situando el despegue del PP antes del 4-M

El líder del PP exhibe triunfalismo en su balance de año al presumir de ganar a Sánchez en los sondeos.

El líder del PP exhibe triunfalismo en su balance de año al presumir de ganar a Sánchez en los sondeos.
Pablo Casado acompañado de Pablo Montesinos en el Congreso | EFE

Pablo Casado ha aprovechado su discurso de balance de este 2021 para asestar un nuevo golpe a Isabel Díaz Ayuso. El líder del PP ha situado el despegue de su partido en las encuestas antes de la victoria electoral en Madrid, equiparando el resultado al de Alberto Núñez Feijoo en Galicia, a las mociones de censura en Murcia y Castilla y León; y al que, augura, se va a producir en esta última comunidad, restando así importancia al 4-M.

"El ciclo de cambio es imparable: empezó con las elecciones en Galicia, la única mayoría absoluta que habido en mucho tiempo en nuestro país; ha seguido con las mociones de censura fallidas en Murcia y Castilla y León, donde el PP ya se puso por encima en intención de voto del PSOE; siguió con el gran resultado de las elecciones en Madrid, en las que ya nos distanciamos mucho en intención de voto, y va a continuar en las elecciones de Castilla y León", ha dicho, marcando muy claramente el orden en el que, a su juicio, se produjeron los hechos.

De esta forma situaba el ascenso de su partido en las encuestas ya antes del triunfo de Ayuso, para intentar desligar el cambio de tendencia que beneficia al PP, del éxito de la presidenta madrileña. Sin embargo, las elecciones de Madrid venían precedidas de una de las mayores derrotas que había sufrido el PP hacía apenas dos meses, cuando quedó por detrás de Vox, por primera vez, en las elecciones de Cataluña. Un resultado que ha atribuido sólo al hecho de que el PP no estaba gobernando a nivel nacional.

Preguntado por su respaldo hacia Isabel Díaz Ayuso para presidir el PP de Madrid, Casado eludía responder directamente, situando nuevamente en el mismo plano a todos los barones regionales del PP e insistiendo en la idea de que este tipo de cuestiones no interesa a los ciudadanos.

"Nosotros ahora estamos centrados en las elecciones de Castilla y León y posteriormente se reanudará el calendario", ha dicho refiriéndose al asunto como "temas orgánicos" del partido. "La gestión de Ayuso, Feijoo, López Miras, Juanma Moreno y Juan Vivas ha sido extraordinaria", ha dicho, evitando dedicar elogios a la presidenta madrileña en exclusiva.

Triunfalismo por las encuestas

El líder del PP ha exhibido en todo momento triunfalismo durante su discurso, amparado en los sondeos que le sitúan por encima del PSOE, obviando una reciente que ya le sitúa en un empate con los socialistas a raíz, precisamente, de que iniciara la guerra contra la presidenta madrileña.

"Nunca en dos años el partido de la oposición había superado al partido del gobierno que acababa de ser investido y eso es, no sólo por la pésima gestión de Sánchez y la radicalidad en sus alianzas y sus socios, sino también por la alternativa responsable y firme del PP", ha dicho, presumiendo de situarse por delante del gobierno en intención de voto "por primera vez en la Historia reciente de España sólo dos años después de la investidura".

Críticas al Gobierno

La primera parte de su discurso la ha dedicado a analizar el balance ofrecido por Pedro Sánchez una hora antes de su intervención, calificándolo de "pésimo" por su "arrogancia, incompetencia y mentiras" que, en su opinión, se han tornado en "insensibilidad" al no haber hecho referencia a los muertos de la pandemia o a los parados de la crisis económica.

El líder del PP ha hecho una larga lista de promesas en lo que parecía ser la presentación de su programa electoral para el próximo año, marcado por varias citas con las urnas, y ha arremetido contra Sánchez y su equipo económico por su "incompetencia": "Es terrible, por eso no entendemos ese falso triunfalismo", ha criticado, en referencia al discurso del presidente del gobierno esta mañana desde La Moncloa.

Casado ha asegurado que no se ha reunido con el presidente desde hace año y medio. La última vez, ha dicho, fue para hablar de los fondos europeos y concluyó con duros ataques hacia él por parte del Gobierno. Hace ocho meses mantuvieron la última conversación telefónica para abordar la crisis de Ceuta. "Cuando Mariano Rajoy estaba en el gobierno, prácticamente se veía todos los meses con Rubalcaba", ha dicho.

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