Mismo escenario, idéntico partido, distintas caras pero un discurso en común: negar las evidencias. Al Gobierno sólo le ha faltado cambiar el término "recuperación" por el de "brotes verdes" para recordar aquellos consejos de ministros de la época de Zapatero en los que negaban las advertencias sobre la crisis económica.
La portavoz de Pedro Sánchez ha restado importancia al informe del Banco de España que advierte de que está empeorando la recuperación, aumentando la inflación y reduciéndose drásticamente el crecimiento. "Todas las previsiones son previsiones", decía la portavoz, Isabel Rodríguez, sobre los dos puntos que el supervisor ha restado de golpe al crecimiento económico.
"Los hechos hoy son el incremento de afiliados a la Seguridad Social, los hechos hoy son que hemos recuperado empleo con indicadores del año 2008", añadía en la rueda de prensa posterior al Consejo de ministros. La ministra evitaba comentar si estos datos pueden afectar a las arcas públicas, ya que vuelven a cambiar las previsiones con las que se elaboraron los Presupuestos.
El Ejecutivo sigue centrado en vender "la recuperación" y en eso se centrarán. La ministra Rodríguez volvía a incidir sobre esos términos: "Hay otras cuestiones que denotan la recuperación económica, que en todas las previsiones quedan patentes, y son los hechos". Los datos del paro de noviembre por encima de las previsiones del próximo año.
Tenían "sentido de Estado hasta que llegó Casado"
En lo que sí se ha empleado duramente el Gobierno es en atacar al PP. Lejos quedan los tiempos en los que los socialistas criticaban la oposición que ejercía Aznar o Rajoy. Isabel Rodríguez ha afirmado que el PP tenía sentido de Estado "hasta que llegó Casado".
Cuando le preguntaban por qué se empleaba en términos más duros con el PP que "con los que incumplen la ley", la ministra portavoz justificaba la actuación del Ejecutivo: "Porque esperamos más del principal partido de la oposición que de otros partidos", decía en referencia a sus socios de ERC.
El PP tenía, a juicio de Rodríguez, "un sentido de Estado y de compromiso con España que ahora, sinceramente, se echa en falta". "Estamos viendo a un señor Casado que no reconocerán ni los propios votantes del PP", decía en referencias a las últimas declaraciones del líder de la oposición criticando la política lingüística en Cataluña.
"Aunque el señor Casado crea que todo vale en política y todo suma, no todo vale y no todo suma. Resta a España, resta a la calidad democrática", añadía Rodríguez. "Hay muchas maneras de criticar a este Gobierno, pero creo que no está representando a su votantes", insistía mientras pedía que "no se puede utilizar la riqueza de este país para dividir".
Defensa de Calviño
El Ejecutivo está muy enfadado con las últimas declaraciones de Casado sobre Nadia Calviño. No lo ocultan. Enmarcan las declaraciones de la ministra de Economía, en las que descalificó al líder del PP, como "una conversación privada".
Más duros son con las declaraciones del líder del PP llamando "defraudadora fiscal" a Calviño. Fuentes del Ejecutivo lo tildan de "barbaridad" y evitan entrar al trapo. "La solvencia económica de la ministra de Economía está más que demostrada", concluyen.