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Juana Rivas pidió el archivo de la investigación sobre el abuso sexual a su propio hijo de 3 años

Fueron las profesoras de la guardería las que dieron la voz de alarma al ver los daños del pequeño y constatar la pasividad de Juana Rivas.

Fueron las profesoras de la guardería las que dieron la voz de alarma al ver los daños del pequeño y constatar la pasividad de Juana Rivas.
Juana Rivas, en una imagen de archivo. | Europa Press

El caso Juana Rivas daba este viernes un giro de 180 grados después de que el titular del juzgado de lo Penal número 1 de Granada, Manuel Piñar, revelase que su hijo pequeño "fue abusado sexualmente, según dictaminó la pediatra, un forense y manifestó el propio menor" estando bajo su guarda y custodia.

Un caso "espeluznante", como asegura el propio magistrado, cuyos detalles han permanecido ocultos durante años y que pone de manifiesto la cuestionable actuación de una madre a la que, sin embargo, el Gobierno y la izquierda política y mediática han encumbrado como una auténtica mártir.

Según ha podido saber Libertad Digital, los hechos se remontan a abril de 2017, cuando el hijo pequeño de Juana Rivas apenas tenía 3 años. De la historia que a continuación se relata, Francesco Arcuri no sería consciente hasta el mismo día en que el juez le entrega a sus hijos y le autoriza a regresar a Italia con ellos. A pesar de la gravedad de los hechos, sería la propia Rivas la que acabaría solicitando el sobreseimiento del caso.

Rivas no denuncia los hechos

Tal y como se desprende de las actuaciones judiciales, los indicios de un presunto abuso sexual habrían aparecido después de que Juana Rivas y sus hijos pasasen un fin de semana con unos amigos de ésta.

El propio juez aportaba este viernes algunos detalles de lo sucedido, al revelar que "ni siquiera fue la madre" quien denunció estos hechos, sino que "fue en el colegio del menor donde tomaron la decisión de llevarlo al médico", y que "tampoco consta que denunciara ese hecho como es de esperar en una madre normal".

Fuentes cercanas a la investigación aseguran a LD que fueron las profesoras de la guardería las que dieron la voz de alarma al percatarse de los dolores del pequeño. Tras inspeccionarle, decidieron llamar a la propia Juana Rivas para que fuese a recogerlo y le llevase al médico cuanto antes. Sin embargo, ésta le restó importancia en reiteradas ocasiones, hasta que el centro no tuvo más remedio que recurrir a instancias superiores para que forzasen la visita al pediatra.

Imágenes "espeluznantes"

Cuando ésta se produjo, el médico derivó al pequeño al Hospital Materno-Infantil y los profesionales no dudaron en llamar al forense para que se iniciase el procedimiento habitual ante la sospecha de un presunto caso de abusos sexuales.

Según fuentes de la investigación, el informe fue concluyente y, de hecho, el propio juez Piñar asegura en el auto hecho público este viernes que "las imágenes que han llegado a la causa son espeluznantes". Sin embargo, tras interrogar a Rivas y a su familia, no se pudo determinar el autor de los hechos, por lo que el caso quedó en suspenso.

Cuándo se entera Francesco Arcuri

Francesco Arcuri, que estuvo 15 meses sin saber nada de sus hijos, fue ajeno a todo lo sucedido y no fue consciente de los presuntos abusos sexuales hasta cuatro meses después, concretamente el 28 de agosto de 2017. Aquel día, después de que la Audiencia de Granada ordenase a Rivas entregar a sus hijos, Arcuri recogió a los pequeños en la comandancia de la Guardia Civil e inició su viaje de vuelta a casa.

Su exmujer no le había entregado toda la documentación necesaria, así que, en primer lugar, debía acudir a la Embajada de Italia en Madrid. Cuando estaban llegando a la capital, Arcuri recibió una llamada de sus abogados informándole de que Rivas había solicitado que regresase a Granada para que el pequeño de sus hijos fuera sometido a una nueva exploración por parte del Instituto de Medicina Legal por un presunto caso de abusos sexuales.

La sorpresa de Arcuri fue máxima. La justicia debía determinar si procedían o no las diligencias, pero, en todo caso, sus abogados le informaron de que no había ningún problema en que regresase a Italia, puesto que, incluso aunque fueran autorizadas, la exploración también podía realizarse allí.

La campaña mediática

La decisión no gustó nada a Rivas y sus abogados pronto empezaron a llamar a los medios de comunicación para airear que Arcuri se negaba a que el forense explorase a su hijo a pesar de los indicios de un presunto delito de abusos sexuales. Poco importaba que éste hubiera ocurrido bajo la guarda y custodia de Rivas. La noticia contribuiría a reforzar su imagen de maltratador.

Sobrepasado por los acontecimientos -se acababa de enterar de lo sucedido y acababa de cambiar de abogado-, Arcuri decidió entonces que lo primero era proteger al menor, ya que el abogado de Rivas no sólo había empezado a deslizar el tema en Antena 3 y Telecinco, sino que la extinta Interviú anunciaba un reportaje en el que contaría los detalles más escabrosos del caso.

La juez reprende a Juana Rivas

Así, tras reunirse con la Fiscalía de Menores, la juez instructora hizo un requerimiento a ambos progenitores y "especialmente a Juana Rivas", así como a sus letrados y procuradores para que "se abstengan de hacer pública" en los medios de comunicación o en las redes sociales la vida íntima, personal o familiar de los niños.

"Llama poderosamente la atención que precisamente sea la sra. Rivas quien, de forma continuada y permanente, con su asistencia a los programas televisivos ya indicados de carácter nacional, esté hablando de sus hijos menores", le reprochó la magistrada.

Además, suscribió las medidas solicitadas por la Fiscalía que, junto con el requerimiento a las partes implicadas, había reclamado "oficiar inmediatamente" a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia para que retirase el mencionado artículo de Interviú y advirtiera a las plataformas audiovisuales de "abstenerse de publicar informaciones" que afecten a los derechos a la intimidad personal y familiar, al honor y a la propia imagen de los menores.

Rivas pide el sobreseimiento

Tras fracasar en su intento de volver a situar a Arcuri en el punto de mira, Rivas decidió que había llegado el momento de enterrar el caso. Así, a pesar de que ella misma había llegado a personarse como acusación particular, optó por solicitar el sobreseimiento definitivo de los presuntos abusos sexuales. Gracias a su exmarido, sin embargo, ese sobreseimiento fue provisional, lo que permitirá su reapertura en caso de que el pequeño recuerde algo más antes de que cumpla 18 años.

"No se ha determinado el autor de la brutal agresión padecida por el menor y por eso fue sobreseída, pero el hecho sigue existiendo y tuvo lugar estando el niño bajo la custodia de la madre", recuerda el juez Piñar en el auto en el que rechaza la puesta en libertad de Juana Rivas a pesar del indulto concedido por el Gobierno.

El juez denuncia "la cortina de humo"

En el demoledor escrito hecho público este viernes, el magistrado -que conoce de primera mano los detalles ahora revelados por LD- cuestiona así la actuación de Juana Rivas y de todos aquellos que la han protegido: "Con toda la contemplación mediática de maltratada, se ha interpuesto una cortina de humo que oculta un presunto grave delito de abuso a un menor, y siempre quedará un margen acerca de si la madre hizo todo lo que pudo para descubrir ese delito, porque se supone que debía saber dónde estuvo el niño cuando pudo ser abusado, las personas que pudieron tener acceso a él y, por tanto, el círculo de posibles autores".

Precisamente por eso, el juez Piñar se pregunta "dónde metió la penada a su hijo menor para que fuera víctima de tan atroz atropello" y "qué hizo para vigilarlo". Y es esa desconfianza la que le lleva a rechazar su puesta en libertad concluyendo que Rivas "podría ser un grave peligro para sus hijos".

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