Cada seis de diciembre, hay una palabra que vuelve a los discursos políticos: "Consenso constitucional". En este 2021, el primer año que las celebraciones de la Carta Magna se hacían en el exterior por el COVID, el "consenso" alcanzó hasta el clima, que hizo todo lo posible por facilitar las cosas. Un día agradable y soleado en pleno mes de diciembre que permitió que no se utilizase la carpa que se había montado en el patio del Congreso.
Ante el micrófono del patio, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció con un breve discurso institucional, sin preguntas, en el que elogió "la Constitución porque nos trajo derechos, libertades". "Donde antes había una dictadura, nos trajo concordia, nos trajo convivencia donde antes había odio y tiranía. Nos trajo nuestra pertenencia a la Unión Europea donde antes había ostracismo y aislamiento", añadía antes de pasar a la Carrera de San Jerónimo, donde Meritxel Batet daría el discurso principal.
"Lo que tenemos que hacer es cuidar nuestra Constitución y cumplir de pe a pa todos los artículos de nuestra Constitución", aseguraba el presidente del Gobierno quien remarcaba varias veces lo de "todos los artículos".
El presidente ha vuelto a hacer referencia al franquismo como "un tiempo infame" y que hoy consideraba superado gracias al Consenso de 1977. "Costó mucho, si hoy tenemos que reivindicar el hacer de alguien es el de miles de compatriotas, padres, madres y abuelos que hicieron posible la Constitución. Costó mucho y porque costó mucho tenemos que cuidarla", añadía el presidente en su breve interlocución de apenas un minuto y medio.
Lo que dicen sus socios
Pedro Sánchez evitaba comentar las palabras de sus socios, Jaume Asens y Gerardo Pisarello, que sólo una hora y media antes, y ante ese mismo micrófonos, habían calificado la Carta Magna de "traje viejo", criticaban a Margarita Robles por defender que no son necesarios cambios y pedían un referéndum entre Monarquía y República. Sánchez se iba sin responder a la prensa a diferencia de Pablo Casado o Inés Arrimadas que sí atendieron a la prensa.
Mientras Podemos calificaba de "traje viejo" a la Constitución, los separatistas se ausentaban del acto pero lanzaban un manifiesto en el que aseguraban que la Carta Magna "violenta derechos democráticos" y criminaliza "sus reivindicaciones sociales". El texto, firmado por ERC, Bildu, Junts, Més per Mallorca o BNG añade que ellos están dispuestos a seguir "demandando y luchando" por un exigir al Estado un modelo de organización que reconozca el "reconocimiento a la plurinacionalidad" y el "derecho de los pueblos a la autodeterminación".
Los partidos separatistas consideran a la Constitución "agotada", "deslegitimada", y que condiciona sus aspiraciones democráticas. También añaden que ha llegado el tiempo de llevar a cabo "cambios estructurales". El comunicado llegaba horas antes de la celebración del día de la Constitución y apenas dos semanas después de que varios de esos partidos, como ERC y Bildu, apoyasen los Presupuestos del Gobierno.
En el caso de Més per Mallorca, cuentan con dos consejeros en el Gobierno de coalición con Francina Armengol . Sus relaciones van más allá y su senador respaldará las cuentas de Sánchez ahora que llegan a la Cámara Alta.