A las 15:50 de este jueves, el Gobierno vio cómo once partidos le daban doce votos más de los necesarios para aprobar los segundos presupuestos de Pedro Sánchez , los que le entregan el control total de la legislatura y, lo más importante para el presidente, la gestión sobre los 140.000 millones de fondos europeos que recibirá España.
La Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, consciente de que todos los focos estaban sobre ella, saltó del asiento y se fundió en un abrazo con el presidente del Gobierno y Héctor Gómez, el portavoz socialista. De ahí pasó al centro del hemiciclo para estrecharle la mano al muñidor de los acuerdos: Félix Bolaños. El ministro de Presidencia vuelve a emerger como una persona clave del Ejecutivo y el hombre fuerte en la sombra.
Al final, no hubo sorpresas y el PNV se sumó a los 181 escaños que ya habían anunciado que votarían a favor. Los nacionalistas vascos no han desvelado hasta última hora el sentido de su voto. Fuentes del Gobierno no creen que el enfado de Sabin Etxea vaya más allá de la rueda de prensa de ayer. Ahora, las cuentas pasan al Senado pero, desde el Ejecutivo, descartan que se incorporen nuevas enmiendas y esperan mantener las mismas alianzas.
"Black Friday" de los Presupuestos
"Hemos llegado al Black Friday de los presupuestos. El día en el que todos exponemos nuestros logros conseguidos, como si fuese una lonja", decía en la exposición de motivos el diputado separatista, Gabriel Rufián. Dicho y hecho, el Hemiciclo se convirtió en un mercado en el que los socios de Sánchez cacarearon sus logros antes de votar.
"Esta es una mala noticia para los que dicen que la legislatura se va a acabar", aseguraba un exultante Íñigo Errejón. La encargada de disparar contra los portavoces de la derecha fue la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, quien presumió de "mejorar la vida" de "ustedes". "Llevan una semana aullando y ladrando", gritó en la tribuna hasta que Meritxel Batet le cortó el sonido del micrófonos porque había agotado su tiempo. Le dio igual. Siguió encarándose con la bancada de derecha, profiriendo descalificativos en mute y asegurando que ellos lo único que pretendían era que los niños navarros viesen la abeja maya en euskera.
Ni siquiera los socialistas, los nuevos socios preferentes, se atrevieron a aplaudir a la exaltada portavoz de Bildu. Se lo recordó el portavoz de VOX, Iván Espinosa de los Monteros, "Qué poco han aplaudido hoy a la señora Aizpurúa ¿Les ha dado vergüenza? Pero la vergüenza llega tarde. Yo he sentido vergüenza ajena".
No fue la única referencia a la portavoz de Otegi. "Odón Elorza iba a funerales mientras la diputada de Bildu, Mertxe Aizpurúa, celebraba los asesinatos", recalcaba el portavoz de VOX, citando a Rubén Múgica, mientras afirmaba que el PSOE se había vuelto "irreconocible" hasta para los suyos. "Hoy los socialistas callan para salvar al sanchismo pero mañana será el sanchismo el que acabe con el socialismo", pronosticaba Espinosa antes de culpar al PP.
Choque entre el PP y VOX
El portavoz de Abascal cree que se han aprobado los presupuestos "gracias a la colaboración del PP, que pudo haber votado en contra de todas las secciones en comisión pero no quisieron y con su voto permitieron que se llegara hasta aquí". Le respondía, al rato, Elvira Rodríguez: "Señor Espinosa de los Montero ¿querían que votásemos en contra de la Corona con los señores de Bildu y ERC? Pues ahí no nos va a encontrar".
Fue un choque breve e intenso que remitió a los enfrentamientos entre Casado y Abascal, ahora que parecía que se volvían a acercar tras coincidir en una manifestación. Después, Rodríguez pasó página y le recomendó al Gobierno traducir del "bruselés" el último informe de la Comisión Europea "para que se les baje el soufflé" . Los populares creen que las cuentas ya están desactualizadas, al cambiar las previsiones económicas, y que la "economía está dopada por los ERTES".
"Aprobar los presupuestos como sea, incluso con el precio que pagan a Bildu. Una vergüenza", sentenciaba Elvira Rodríguez. Más explícito fue el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, quien dio la "enhorabuena" al Gobierno porque "parecía imposible hacer unos presupuestos peores pero lo han logrado con las enmiendas".
El PSOE "no entiende a la oposición"
En el PSOE no entienden las críticas a unas cuentas que están, según ellos, "destinadas a proteger a los ciudadanos". Héctor Gómez, el portavoz socialista, se preguntaba incrédulo: "¿Cómo es posible que, siendo reconocidos por la Comisión Europea, superando el récord en materia social y educativa, marcando hitos históricos, cómo es posible que no estén de acuerdo con nada?".
Su conclusión es que en la derecha son unos "agoreros", según dijo paladeando las palabras. De los pactos con sus socios, no habló nada. "Preocúpense más por trabajar y por construir y, ya no que aportan, no estorben", sentenció. Una hora más tarde, los Presupuestos estaban aprobados.