En política, doce días pueden ser una eternidad. Es ese tiempo, Odón Elorza ha pasado de ser un diputado "díscolo", por negarse a votar a Enrique Arnaldo al Constitucional, a ser el orador más aplaudido en las filas socialistas en lo que debería ser un debate sobre los presupuestos.
En estos doce días, el PSOE se ha centrado en tratar de sacar adelante una Ley de Memoria Democrática, que pretende investigar los crímenes del franquismo hasta 1982, por eso el diputado de Ciudadanos, Guillermo Díaz, aprovechó que se estaba debatiendo sobre las partidas de Memoria Democrática para hacer un discurso centrado en uno de sus temas favoritos: la historia.
"En la nueva historia que traen ustedes aquí ETA no existió y Franco murió ayer. Hace un par de meses, aquí mismo, una diputada socialista proclamó orgullosa que su hija no sabía qué era ETA", afirmaba Díaz. ″¿Cómo le explica a su hija que no están Fernando Múgica o Ernest Lluch? ¿O son parte del borrado también? Van a borrar a ETA de la memoria porque así pueden pactar con Otegi tranquilamente", recalcó el diputado naranja quien le reprochaba a Bolaños que tuviese una partida para "borrar la historia".
Las filas socialistas empezaron a hervir y llegaron a su punto de ebullición cuando Odón Elorza salió a darle réplica. "¡ETA desapareció, ETA no está aquí, aquí no hay terroristas! ¡Ya está bien! ¡Aquí lo que hay son franquistas!", aseguró un contundente Elorza en referencia a la derecha. Se le olvidó mencionar, eso sí, que él fue alcalde de San Sebastián gracias a los votos de su teniente de alcalde, Gregorio Ordoñez, al que citó para recordar que conocía a varios asesinados como Enrique Casas o Fernando Múgica.
"¿Dónde está Wally? ¿Estará todavía en misa en recuerdo del dictador?", ironizó el diputado vasco en referencia a Pablo Casado ante las risas de los diputados socialistas. Elorza se iba creciendo con las ovaciones de sus correligionarios. Su tono iba in crescendo y acabó gritando: "Aquí hay franquistas y una derecha de vocación golpista, como en Brasil o Trump". En ese momento, los parlamentarios socialistas presentes en el hemiciclo se levantaron en un aplauso cerrado.
La respuesta de Guillermo Díaz tardó más de tres horas en llegar. Fue cuando el diputado naranja volvió a subir a la tribuna, en esta ocasión, para dar réplica a las cuentas del Ministerio de Consumo que había presentado Alberto Garzón. Al final de su intervención, Díaz saludó al socialista. "¿Qué tal, Elorza? Antes me ha hecho trampas. No sabía que iba a volver a subir a la tribuna. Mala suerte", ironizaba.
"Usted ha mencionado a Fernando Múgica, vamos a ver qué ha dicho su hijo", en ese momento Díaz leyó una carta en la que solicitaba su baja del PSE por los pactos con Bildu. "¿Va a recriminar al hijo de Múgica esto?", remataba el diputado malagueño. "¿Sabe por qué me grita, señor Elorza? Para acallar su conciencia", ante una ovación cerrada de las, ahora, escuálidas filas naranjas.
"Peor que VOX"
La intervención de Díaz también escoció a los separatistas y a Podemos. No les gustó a los morados que les tachase de "antifranquistas de ouija", ni tampoco a ERC cuando les recordaba el pasado de su partido en los años 30.
"Han pasado de ser un partido filofascista de pistoleros que patrullaban Cataluña descerrajando tiros por doquier, de reunirse con Mussolini para tomar notas sobre la uniformidad a exhibir en las calles, de tener un Companys que firmaba sentencias de muerte con la misma fruición que Franco, a parecer ahora un partido del bloque progresista", decía Díaz.
El más indignado con el diputado naranja, era el portavoz de En Comú Podem, Jaume Asens, quien aseguraba que "era peor que escuchar a VOX".
Escuchar a @GuillermoDiazCs es peor que escuchar a Vox. Ahora en el Congreso equipara a ERC con el nazismo y a Companys con Franco. Eso si, de las misas a las que acude su socio ni "mu".
— Jaume Asens (@Jaumeasens) November 24, 2021
Más tarde, Asens compartía en la misma red social la intervención de Odón Elorza. "Gracias por representar a todos los demócratas", decía el portavoz de En Comú Podem. A Elorza no sólo le han perdonado sus compañeros de filas. También es el ídolo de Podemos.