Vox ha denunciado a Unidas Podemos ante la Comisión Europea por su "apoyo directo o indirecto a las manifestaciones públicas violentas que finalizan con altercados, quema de mobiliario público y enfrentamientos con las fuerzas del orden", así como por los "antecedentes penales" de varios de sus dirigentes.
El partido ha remitido una carta a la presidenta, Úrsula Von der Leyen, denunciando la impunidad con la que actúa este partido de gobierno, y la izquierda en general en Europa, en plena embestida contra Polonia y Hungría, donde gobierna la derecha.
El eurodiputado de Vox, Jorge Buxadé, firma la misiva en la que recuerda que Alberto Rodríguez, Isa Serra o Pablo Echenique, han sido condenados por la justicia sin que haya habido consecuencias, más allá de la pérdida del escaño para el primero después de una fuerte polémica entre el juez del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, y la presidenta de las Cortes, la socialista Meritxel Batet, a la que tuvo que reclamar dos veces que le retirara el acta de diputado.
La formación de Abascal recuerda que Rodríguez pateó a un policía y la que fuera diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid, Isa Serra, fue condenada por un delito de atentado contra la autoridad, lesiones y daños, durante la protesta contra un desahucio en la que insultó, empujó y lanzó objetos contra la policía. Echenique y Juanma del Olmo lo fueron por intromisión ilegítima en el derecho al honor de un fallecido.
La impunidad de la izquierda
Vox denuncia en la carta que "en España no se considera ningún escándalo que los políticos de extrema izquierda tiendan a la violencia como recurso". "Ni siquiera tienen la decencia de presentar la dimisión cuando se les imputa en algún caso judicial", rematan.
La carta insiste en que en las filas del partido morado "ha habido multitud de delincuentes" y y que "la militancia en el partido socio del actual Gobierno, de corte comunista y antidemocrático, no puede ser un pretexto para que la impunidad se imponga y se produzcan estas violencias".
La inacción europea
"El respeto al Estado de Derechos es una ilusión que jamás se materializará si se permite que estas personas formen parte de la vida política de España y de la vida política europea", aseguran, y añaden que "el problema no está en Polonia o Hungría" sino en la "normalización de la violencia de los descendientes comunistas de Stalin".
Por ello, reclaman a la Comisión Europea una "condena pública de todos los hechos expuestos" y que "las instituciones europeas se comprometan a ejercer un control sobre el acceso a la vida política y marcar unos requisitos más rígidos" para "garantizar que los representantes públicos tengan un historial inmaculado ante la Ley".
En la carta, Vox reclama "afrontar la violencia de la izquierda europea como un problema general de orden público" y que la Comisión apoye "a los Estados miembros para que ejerzan con decisión su responsabilidad de garantizar la vida, la seguridad, la libertad y la propiedad de los ciudadanos" o, de lo contrario, "los europeos entenderán que las instituciones europeas mantienen una complacencia frente a la violencia y el terror" de la izquierda.